El gobernador del Estado puede estar tranquilo sobre las declaraciones de Lorenzo Córdova, presidente consejero del INE, de que el Congreso local deberá convocar a elecciones extraordinarias para elegir a su sustituto. ¿Por qué? Pues el reciente caso de Coahuila confirmó que ese órgano electoral no da una, al perder todas las batallas frente a los magistrados del TRIFE.
Porque si “El Bronco” es candidato a la presidencia, se estaría ausentando seis meses antes de cumplir los tres años en el cargo (el 1 de octubre de 2018), por lo cual no puede pedir licencia, según la Constitución de Nuevo León, competir (en el entendido de que perdería) y tranquilamente regresar. Por eso el 1 de julio del próximo año los neoloneses estarían eligiendo un nuevo gobernador.
Sin embargo, falta el titipuchal de recursos legales que interponga Manuel González Flores, secretario de Gobierno, ante los tribunales federales, quien ya afirmó que “El Bronco” volverá a su cargo ganador de los comicios para estar cinco meses, antes de que el 1 de diciembre jure como nuevo presidente de México.
Cierto es que la polémica se pondrá muy sabrosa con resonancia nacional. Mientras que algunos analistas políticos aseguran que Córdova sólo abrió la bocota para alentar el debate y posicionar a Rodríguez Calderón en la opinión pública. ¿Será?
Y para entonar con la temporada navideña, este Sultán se puso a husmear para conocer los deseos de algunos políticos de Nuevo León para la época electoral que tendrá color de hormiga a partir del primer minuto del 2018.
Jaime Rodríguez Calderón: una vez alcanzadas las 866 mil firmas requeridas para registrarse como candidato independiente a la presidencia, el gobernador de Nuevo León pidió a Santa Clós que se las valide el Instituto Nacional Electoral en los 17 estados del país donde las recabó, y no le amarguen su intención de ir por la grande.
Francisco Cienfuegos: en su carta al panzón de traje rojo le pidió reelegirse en la alcaldía de Guadalupe, pero si el PRI lo quiere como candidato al Senado no diría que no a la posibilidad de crecer políticamente apoyando a un incondicional para sucederlo. Y el primer descartado es el diputado local Héctor García.
Adrián de la Garza: sin hacer mucho ruido, el alcalde de Monterrey quiere seguir tres años más al frente de la capital regia; sin embargo, tampoco le haría el fuchi a una curul senatorial, la cual -posibilidad que ya sabe Santa-, lo pondría un escalón arriba mirando directito a la sucesión gubernamental del 2021.
Víctor Fuentes: si es de nuevo el candidato del PAN a la alcaldía en San Nicolás podría irse de vacaciones en campaña y reelegirse sin problemas, porque en esas tierras no cantan los gallos que no sean albiazules. Y bien sabe Papá Noel que negociaciones del Frente lo sacaron de sus aspiraciones al Senado.
Mauricio Fernández: como San Pedro es el primer municipio donde aterriza el trineo en los techos con chimenea de las residencias de las pudientes familias, el alcalde dejó su carta en el árbol de Navidad pidiéndole al chofer de ese vehículo con renos que quiere vivir en santa paz, lejos de la grilla del PAN.
Pedro Pablo Treviño: el dirigente estatal del PRI, de su puño y letra mandó una carta a Santa Clós hasta el Polo Norte, donde solicita su injerencia para cuando se seleccionen a los candidatos a todas las posiciones en juego en 2018, claro está, teniendo en cuenta lo sucedido en su toma de protesta en el Crown Plaza, desinvitando a los pandilleros de la CTM y la CROC.
Rodrigo Medina de la Cruz: el exgobernador de Nuevo León ha dejado de creer en el hombre de barba blanca y abultado abdomen, igual que los neoloneses de que un día lo verán con uniforme naranja del Topo Chico. Aún así dará gracias al fiscal anticorrupción porque pasará otra Navidad libre como el viento.
Aldo Fasci Zuazua: el regalo de Papá Noel le llegó antes de escribirle su carta cuando “El Bronco” mandó la señal de que su vocero de seguridad -que ni una gota sudó en la campaña de 2015 para abonar a la causa independiente-, era el elegido para competir por la alcaldía de Monterrey. ¡Regalazazo de Navidad!
Víctor Pérez Díaz: lo primero en la lista de regalos que pidió a Santa Clós está ser candidato del PAN al Senado, aunque no estaba en su mente que su líder Ricardo Anaya -casi seguro aspirante presidencial-, iba a negociarlo y casi seguro es que Fernando Elizondo o Samuel García de Movimiento Ciudadano, sin despeinarse y sin mandar misiva o telegrama al Polo Norte, le coma el mandado.
Rogelio Garza Rivera: pidió dos deseos navideños confiando en las destrezas mágicas del ciudadano del Polo Norte para que a vuelta de correo le traiga en sobre sellado su reelección en la rectoría de la UANL. El otro regalo no es para el Ranchero: y es que Clós le consiga una chamba permanente a un duende latoso (¿o será Grinch?) que antes cobraba como director de facultad. Y para terminar de llenar el costal, Garza Rivera pues pidió un nuevo estadio para los campeones Tigres en terrenos universitarios.
Marco Antonio González: el pastor del rebaño de diputados locales del PRI en el Congreso no pide mucho: reelegirse y seguir siendo cabeza de grupo. Una vitrina política que lo mantendría vigente de 2018 a 2021, cuando la efervescencia política en Nuevo León haga surgir chispas y caiga agua en su molino.
Arturo Salinas: en primer lugar, el jefe de los legisladores del PAN pidió a Santa Clós que no le traiga ningún regalo ni a Felipe de Jesús Cantú ni a Iván Garza, dos perdedores en las elecciones de 2015, y que la candidatura a la alcaldía de Monterrey sea sólo para él, únicamente para él, y para nadie más que él.
Clara Luz Flores, Oscar Cantú, Héctor Castillo, Heriberto Treviño y César Valdez: la alcaldesa quiere tener el 25 de diciembre bajo el árbol de Navidad una caja con la confirmación de ir por la reelección de Escobedo, porque competir para ser senadora es difícil. Y algunos de sus homólogos de Apodaca, Santa Catarina, Juárez y García pasarían una amarga Navidad, sobre todo los tricolores.
Adalberto Madero: en su cartita al señor de cinturón negro con traje rojo no le pidió, sino le exigió, que le mande paleros cuando vaya a un restaurante para que simulen conocerlo y lo llenen de abrazos, pues eso de que ni las moscas se le paren no es digno de un exalcalde de Monterrey muy bajo en rating.
Dionisio Herrera Duque: el exmunícipe pidió que esta Navidad no se pinte de blanco como la nevada reciente, sino de color terracota de MORENA y que sobre su casi segura candidatura en Santa Catarina no vuelen zopilotes carroñeros. Y, si el plan A no resulta, se concrete el B para que AMLO sea presidente.
DISCRECION MATA REBELION
La estrategia establecida por el comité directivo estatal del PRI de mantener “en lo oscurito” el proceso de registro de sus aspirantes a las alcaldías del Estado -que cerró el plazo el 16 de diciembre-, permitió que sólo unos cuantos -los que serán ungidos vía dedazo-, se enteraran de las exigencias y condiciones impuestas a los aspirantes.
Por un lado, se registraron planillas completas avalando a la mayoría de los alcaldes rurales, dejando para el último a los municipios del área metropolitana de Monterrey.
Y es que el “atorón” para Pedro Pablo Treviño, líder priista, se dará en Monterrey, Guadalupe, Escobedo, Apodaca y Juárez, en donde regidores y síndicos, junto con varios alcaldes, buscarán reelegirse otros tres años, pero las fuerzas vivas, esto es, quienes no alcanzaron hueso antes en las elecciones del 2015, pedirán, más bien exigirán ser tomados en cuenta.
En suma, en el reparto de posiciones habrá zancadillas y coscorrones.
Y aún falta lo que serán las diputaciones locales y federales, en donde los que están no quieren irse y los que no están, quieren llegar y ser tomados en cuenta. Si los atisbos de guerra civil y violencia no se dieron con los clásicos de la Liga MX en la final entre Rayados y Tigres, todo puede suceder en las asambleas eleccionarias priistas.
JUEGO DE VENCIDAS
En el juego de las sillas, el equipo político del gobierno independiente mueve sus piezas para dejar fuera a los potenciales enemigos en distritos electorales tanto federales como locales.
Si no hay cambio de planes, durante enero y febrero del 2018 habrá más inhabilitaciones de exfuncionarios medinistas y, no lo dude, de excolaboradores de Natividad González Parás y de priistas vinculados a alcaldías. En la guerra y el amor todo vale.
Lo mismo le hicieron ya a Margarita Arellanes, pero dentro del PAN, en donde la exalcaldesa de Monterrey tenía todas las intenciones de regresar y buscar una diputación federal (al grito de “Si Maderito pudo, ¿por qué yo no?”), pero el Comité Ejecutivo Nacional y el grupo San Nicolás junto con el senador Raúl Gracia, pidieron y lograron que se le sometiera a juicio en la Comisión de Honor y Justicia quesque por corrupción.
El fuego amigo es más mortífero que el enemigo, dijo alguna vez el Jefe Diego Fernández de Cevallos. Él sabe por qué.