
Muchos de los aspirantes a la gubernatura y a otros puestos de elección popular de Nuevo León revelan en sus conductas que buscan ser “algo”, pero les ha faltado ese algo muy importante en el marketing político: definir con precisión qué ofrecen, qué buscan y quiénes son.
Usted cree que por bonitos, simpáticos o bondadosos la gente los va a seguir; no, en política no hay nada espontáneo, todo debe ser planeado, pero antes los ciudadanos deben saber quiénes son y qué han hecho los que buscan una candidatura.
La gente los mira y ni siquiera se preguntan qué son o qué buscan porque no hay claridad en lo que ofrecen.
Los medios por lo que se dan a conocer los suspirantes son muchos y muy variados, aunque es difícil saber qué tan efectivos han sido esos medios, esas tácticas y esas estrategias.
Los candidatos ya cuentan con asesores y con padrinos que les apuestan a que llegarán a la candidatura.
Queda menos de un año para posicionarse entre los electores, son meses muy valiosos a los que les deben meter galleta, echarle los kilos y poner una parte importante de la carne en el asador pre pre pre posicional.
Si estuvieran sobre el ring, su sparring ya los habría noqueado porque no ofrecen nada concreto, le dedican demasiado tiempo a las redes, pero no se observa un plan definido.
Esto quiere decir que los suspirantes deben pasar por un amplio proceso de transmisión y recepción de ideas, necesidades, demandas y soluciones a los problemas de cada región en el estado.
No hay un mensaje ni claro ni central de lo mucho que suben a sus Facebooks, Twitters, Instagram, Youtube y otro tipo de ligas en internet.
En los periódicos digitales aparecen poco y sólo en la agenda de los medios, pero nada que esté en la mente del colectivo.
Pareciera que los problemas locales o nacionales no interesan a los suspirantes y en sus sitios poco tiempo destinan a este tipo de actividades.
En las redes y en los medios digitales deben dedicarle tiempo a las necesidades de la gente, de sus simpatizantes. Hay quienes creen que los mensajes de motivación son suficientes para incentivar el clic del cibernauta. No, para nada eso es suficiente.
¿Qué buscan, qué ofrecen? Son la clave para el posicionamiento de una marca, de un candidato. Creo que algunos han hecho un esfuerzo importante, se han dado a conocer en las redes y en la población.
Hoy en día nuestros representantes populares sean las senadoras por el PRI, Cristina Díaz, Ivonne Álvarez y Marcela Guerra; los diputados federales, Héctor Gutiérrez y Pedro Pablo Treviño, o los alcaldes panistas, Margarita Arellanes y Ugo Ruiz requieren de mayor arrojo.
Incluso quienes están fuera del presupuesto como los distinguidos miembros del PAN con muchísima presencia Mauricio Fernández y Fernando Elizondo y el priista, Jaime Rodríguez Calderón, están en el mejor momento para alcanzar una candidatura que les permita contender por un puesto de elección popular.
Las elecciones se ganan con una buena estrategia, están muy a tiempo para lanzar toda una campaña de posicionamiento haciendo uso del poder de sus cargos para llegar más lejos de lo que han intentado.
Tiene un costo, tiene un desgaste, tiene su riesgo, pero existen una y mil maneras de hacer campañas aún dentro de los límites constitucionales.