
Estas elecciones en Nuevo León serán históricas, pero antes de serlo por los resultados que se avecinan, hay que resaltar datos y situaciones que aderezan las campañas una vez rebasado el primer mes de contiendas electorales.
• Por vez primera una mujer, Ivonne Álvarez García, contiende por la gubernatura del Estado y enfrenta a nueve hombres. Y, según las encuestadoras serias, tiene posibilidades de ganar con un margen de 5 puntos, repitiendo la dosis que propinó en 2009 Rodrigo Medina de la Cruz a Fernando Elizondo Barragán.
• Seguramente nadie en su sano juicio, del gobernador para abajo pasando por dirigentes del PRI, candidatos, alcaldes y estrategas electorales al servicio de los tricolores, imaginó un escenario como el actual: que un candidato independiente mande al PAN al tercer lugar.
• Jaime Rodríguez Calderón, alias “El Bronco”, encendió los focos rojos del PRI y de Palacio de Gobierno porque tiene una preferencia de dos dígitos y que pudiera ser una piedra en el zapato de la candidata Álvarez García quien, sin duda, es la mejor carta de su partido.
• El PAN está pagando la factura del deprimente espectáculo que sus dirigentes y militantes dieron en las contiendas internas, pues en Monterrey está por debajo -o empatados técnicamente-, capital que ganó por casi 20 puntos en las elecciones de 2012 con Margarita Arellanes.
• El aspirante albiazul a la alcaldía regia, Iván Garza Téllez, subido drásticamente su nivel de conocimiento con la propaganda gratuita cuando fue exhibido por haber tomado un curso de cinco días en Harvard, cuando esa información que presume en un spot debió impactarle negativamente.
• También en Monterrey parece que los simpatizantes panistas están saliendo de su luto, causado por la traición a Arellanes en la contienda interna, y esto pudiera estarle afectando a Adrián de la Garza que arrancó la campaña con amplia ventaja frente a su principal adversario.
• En la elección a gobernador, sorprende lo desinflado que está Elizondo Barragán, quien renunció a Acción Nacional para postularse por Movimiento Ciudadano, sin embargo las preferencias hacia el ex gobernador fluctúan entre 2 y 5 por ciento.
• Son ridículas las décimas que suman los restantes seis aspirantes, entre ellos Asael Sepúlveda del Partido del Trabajo (PT), pero sobre todo del ex albiazul Jesús María “Chema” Elizondo que, se sospecha, fue contratado por el PRI para restarle votos a Felipe de Jesús Cantú, candidato del PAN.
• El PAN, al parecer muy tarde, está copiando el estilo de “El Bronco” usando lenguaje folclórico en los spots donde se refieren a la corrupción del PRI con los relojes caros de su dirigente César Camacho y las residencias que algunos políticos de ese partido tienen en Estados Unidos.
• Si bien las nuevas leyes electorales de Nuevo León permitieron candidaturas independientes que significa un gran avance en la democracia mexicana, causa risa que a sus candidatos la Comisión Estatal Electoral (CEE) haya autorizado ocho spots de televisión no diarios: ¡para toda la campaña!
• Hay candidatos a alcaldías, omito nombres para no herir susceptibilidades, que tienen asesores mentirosos que les informan que sus contrincantes del PAN no tienen mantas en casas. Seguramente o están ciegos, o en verdad no han gastado la suela de sus zapatos en recorridos.
• Américo Garza, aspirante a alcalde de Juárez del Partido Encuentro Social (PES), apuesta a ganar las elecciones en la labor altruista que hicieron sus padres regalando decenas de tamales a un sector de la población. Aun así puede quedar en segundo lugar desplazado al PAN que actualmente gobierna.
• Como sucedió hace tres años en ese municipio, la CTM pudiera estar traicionando a algunos candidatos del PRI por las pistolas del dirigente obrero Ismael Flores “El Mayelo”. En 2012 la central obrera se pintó de azul y blanco e hizo ganar a Rodolfo Ambriz Oviedo.
• El reto de los candidatos tricolores en bastiones como Apodaca, Escobedo, Juárez y Guadalupe, donde las alcaldías casi están aseguradas, no es asegurar esas victorias anunciadas, sino sumarle los más votos posibles a Álvarez García para evitar sorpresas.
• Contrario a elecciones pasadas, la contaminación visual urbana es mínima. La fiscalización en las campañas muestra al desnudo las unidades de rutas urbanas que eran tapizadas con imágenes de todo tipo de candidatos, colores y sabores. Y eso se agradece, en verdad.
• Como también hay que agradecer que la guerra sucia no se ha desatado, aunque no cantemos victoria porque viene lo peor: cuando se sientan perdidos aquellos que seguramente saben que serán rechazados en las urnas el cada vez más cercano 7 de junio.