El Presidente Felipe Calderón hizo un llamado más que desesperado a funcionarios y militantes panistas para que eviten con su trabajo volver a los tiempos del PRI, sin mencionar el nombre del partido, porque según él, sería “ una tragedia que se retome lo antiguo, autoritario, viejo, opresivo e irresponsable del sistema”.
Seguramente el mandatario federal está preocupado porque las encuestas no le favorecen a su partido ni a ninguno de los panistas del gabinete presidencial y la única forma es retomar, ese sí, el viejo modelo de atemorizar a los electores como estrategia para mantenerse en el poder.
Calderón dice que habría más corrupción y pobreza. Sin duda admite que en su gobierno existe suficiente corrupción y pobreza, ya que Transparencia Internacional ubica a México en tiempos del panismo como uno de los países más corruptos del planeta.
De igual manera, la ONU y otros organismos internacionales ubican a nuestro país en donde el siastema implantado está provocando más misería en la población que ni en los mismos tiempos del PRI existían.
Muchos panistas del gobierno deberían entender que el PRI va en caballo de hacienda rumbo a Los Pinos en el 2012, no porque los priistas quieras, sino porque los gobiernos emanados de Acción Nacional no han cumplido las expectativas del mexicano promedio y hoy le está dando la espalda a quienes no han sido capaces de provocar el desarrollo.
Basta decir que el PAN tiene en sus estadísticas que su primer presidente fue reprobado en la Cámara de Diputados por sus magros resultados y por sus altos niveles de corrupción.
Las cuentas de Vicente son una muestra palpable de lo que no quiere Calderón: “Más corrupción”, pero cómo le va a hacer si todos los días salen noticias en los medios donde se denuncian a funcionarios del gobierno panista cometiendo irregularidades con el manejo del erario público.
Para muestra ahí tienen el caso del IMSS donde un alto funcionario pide un moche del 5 por ciento a una empresa de laboratorios médicos y el gobierno de Calderon en vez de atacar la corrupción, pareciera todo lo contrario. No hubo acciones contra esa mancha y todos felices y contentos.
Los mexicanos quisieramos saber cuál es el verdadero mensaje, el que se envía para los reflectores o el que se envía con las acciones. Reza el refrán que del plato a la boca se cae la sopa o como dicen en el rancho: de aire me como un kilo de tortillas de harina.
Calderón parece entrar a la última etapa de su gobierno donde ya empieza a perder poder y quisiera recuperar el tiempo perdido, pero pareciera que para él ya es tarde, la mayoría de sus acciones ya lo empiezan a calificar y todo se encamina a dar pobres resultados.
Al Presidente le toca tomar el camino del enfrentamiento, como ya lo hizo en su reciente mensaje con motivo de sus cuatro años de Gobierno, o el de conciliar con la oposición, para que cuando se vaya no le vaya a caer la guillotina que tanto le guardó a Fox.
¿Qué pasaría si llega de nuevo el PRI a Los Pinos bajo los argumentos de Felipe Calderón? Lo más seguro es que habría un PRI sediento de venganza, probablemente no contra el Presidente, pero sí contra dos o tres chivos expiatorios que reinvindicarían al nuevo gobierno y ¿cómo quedaría el PAN? Se los dejo de tarea, aunque creo que es de lo que se quejo tanto tiempo Vicente y Calderón.