
Un domingo cualquiera, disfrutando el clima, tranquilo desde un sillón que ayuda a contemplar el futbol desde la perspectiva de un aficionado, me entero por redes sociales que corrieron al señor Paunovic.
En un buen lugar de la tabla, sin jugar como la afición desea, con resultados en liga más no en liguilla, el serbio pudo unificar a todo mundo… en su contra. El reemplazo es un viejo conocido, del mismo Pauno, ya que dejará la cancha Guido Pizarro para tomar el banquillo, bueno, mera formalidad siendo que se dice ya lo controlaba él y sus históricos compañeros como Nahuel, el francés que todavía no desea retirarse y demás capitanes que, al parecer, como buen coliseo felino, bajaron el dedo pulgar y a media temporada la directiva escuchó el canto de sus jugadores y bye bye señor técnico.
Desde que tumbaron a Miguel Garza y de a poco a su directiva y técnico favorito, con la llegada de dirigentes extranjeros, entiéndase chilangos, los Tigres con su calidad ganaron un campeonato en la cancha, pero en el escritorio han dado más de que hablar por sus desatinos públicos en acusaciones sin sentido como despidos desaseados que hacen ver a una institución como CEMEX, ni se diga la UANL, como novatos que están jugando con algo que no entienden.
Más allá de las simpatías o rechazo al serbio, Pauno llevaba con puntos necesarios para sacar las exigencias adelante, pero al parecer su carácter; que dicho sea no es igual dirigir chavitos en Guadalajara que capos en San Nicolás; lo llevó al desagrado del plantel, la afición y gente de medios que se encargaron de darle las gracias en una manera muy a los Tigre, de esas que generarán especulación, pero al final, probablemente no se sabrá que pasó.
Este plantel pienso yo en mis adentros, cree que todavía puede ganar algo antes de retirarse y vieron a Pauno como un obstáculo, por lo que adelantaron la sucesión técnica y posteriormente ¿porque no? la sucesión presidencial de un club que tiene nuevos dueños, no en cuanto a CEMEX, sino en cuanto al vestidos y dirección deportiva, que, si bien ganaron en el campo, habrá que ver con sus resultados si se ganaron el escritorio o fue un error haberlo permitido.
San Nicolás da de que hablar de nuevo, en caso de no resultar, habrá que desempolvar algún estadio.
¡Saludos desde el sillón!