
Luego de hibernar un par de días con el frente frío moderado del domingo 9 de marzo, este Apuntador se quedó helado al escuchar y ver la historia que la reportera Guadalupe Sánchez presentó en el Telediario matutino sobre las condiciones ambientales.
La joven, porque sí lo es, presentó una nota digna de ser puesta como ejemplo… pero de la mala redacción y más grave aún: de su valor informativo y objetividad. Los dos minutos de duración de la nota fueron, así de plano, tiempo perdido, al presentar obviedades e inconsistencias sobre el tema.
Vaya, pues para irnos por partes, el sentido de la nota era que el frente frío sorprendió a muchas personas por lo inesperado del cambio de clima. Si bien la novel reportera entrevistó a personas que carecían de suéteres o chamarras, se dedicó a cazar a quienes carecían de ellos, sin entrevistar a los que sí iban por la calle bien abrigados.
Pero el colmo del desconocimiento lo demostró Lupita Sánchez, al referir que “pese a ser domingo mucha gente tenía que caminar en el frío y la lluvia para ir a su trabajo”, frase que repitió varias veces, lo que demuestra su pésimo conocimiento de la ciudad y del mercado laboral, ¿o cree que nadie puede trabajar los domingos?
La reportera a tirabuzones, llaves chinas y hurracarranas lograba obtener las respuestas de sus encuestados, saliendo al aire sus titubeos e incoherencias al preguntar. Bueno, esto habla mal muy mal de los productores y editores de los Telediarios quienes no supieron, o no quisieron, que es más grave, editar las notas y revisarlas antes de salir al aire.
Pero lo peor de lo peor es el simple y llano hecho de que los Telediarios de Multimedios siguen haciéndole el juego a programas como La Sopa de E!, donde se califica a la televisión de Nuevo León como TV Rancho.
Y pa’l baile vamos: en las casi cuatro horas de noticiero del lunes 10 de marzo, el 39 por ciento del tiempo el tema central fue relacionado, no con seguridad nacional, no con asuntos políticos o delitos diversos, sino que la atención de los conductores Claudia Ovalle y Josué Becerra se basó en ¡baches! Sí, ¡baches y más baches! Y de todos los tamaños y colores. Por si hubiera dudas: son y serán los baches los temas recurrentes en el Telediario.
Que notas, que enlaces en vivo, que la odisea de Claudia Ovalle para sacarle la vuelta a un megabache que está de camino de su casa al canal; que comentarios en Twitter, Facebook o Whatsapp, que “mándenos sus comentarios o sus quejas”, que “llámenos para ver dónde están los baches y denunciárselos a los alcaldes”, fueron algunas de las linduras que se dieron durante el espacio noticioso de Becerra y Ovalle y familia que los acompaña y, en donde de plano, las otras notas e historias pasaron a segundo plano.
Eso sí, la falta de ética y oficio periodístico de todos los del Telediario demuestran su novatez: ningún reportero entrevistó alguno de los baches, cuando menos a uno, es decir, desconocemos la postura del bache o sus razones para destrozar y dañar coches o romper llantas y comportarse como el enemigo número uno de la población.
Citamos el 39 por ciento del tiempo aire de transmisión del Telediario dedicado al asunto de los baches, porcentaje medido y estudiado por una empresa dedicada al monitoreo de medios de comunicación y en el que se destaca la relevancia de los temas por noticiero.
Y resulta que, curiosamente, cuando menos cada mes Telediario tiene dedicada hasta 12 horas en abordar en sus contenidos lo relacionado con la pésima calidad de la pavimentación de las calles del área metropolitana por encima de asuntos como seguridad pública, temas de la agenda política o social, o de salud.
Es decir, bache mata carita.
¿LUIS SIN MIEDO?
Con el nombre Los huérfanos del narcotráfico, el reportero Luis García presentó en Telediario el reportaje sobre las víctimas colaterales de la fallida guerra contra el crimen organizado emprendida por Felipe Calderón cuando cobraba como presidente de México.
De entrada no tendría nada de malo el hecho de que se den este tipo de contenidos en las televisoras locales, y más cuando el contenido es manejado de manera ética y profesional, con profundidad y seriedad, sin embargo, el hecho es relevante porque García, un reportero con poco más de una década de dedicarse al mejor oficio del mundo (como dice Gabriel García Márquez), había rehuido durante años el acercarse a este tema… es decir, le gustaba ver desde la barrera los toros, con los ojos tapados, y de espalda a ellos.
Durante la reciente época difícil de la violencia generada por la lucha entre bandas criminales y las autoridades federales, García rehuía de una manera u otra tocar temas relacionados con el narcotráfico o la inseguridad, y cuando era imperativo hacerlo por órdenes superiores o por razones de su fuente, las notas de gobierno, lo hacía siempre con precaución y cantando a diestra y siniestra su miedo a represalias por parte de los malitos.
Uno de esos casos que tocó con pinzas era cuando las madres y familiares de personas desaparecidas acudían a protestar a Palacio de Gobierno, el bonachón Luis García trataba de rehuir a las entrevistarlas y mucho mas, hacer enlaces en vivo al noticiero en turno.
Ahora, ya más tranquila aparentemente las condiciones, saca este reportaje que si bien es la primera vez que lo presenta el Telediario, no es nada novedoso ni aporta más detalles de los que ya se sabe. Es más, sólo trae la postura y opinión de las víctimas pero no de las autoridades involucradas en el tema. No, no Luis, I´m sorry, por más que lo quieran tus jefes, y candidatee tu notota, no ganará el premio nacional de periodismo, es más, no pasa ni el primer filtro.
El que sí sorprendió a propios y extraños es José “Pepito” Plata, quien de cuando en cuando sale a hacer lo que él y sólo él cree son reportajes y entrevistas de profundidad. La última que se le vio y se presumen como de profundidad, es el refrito del tema de elevar a sanción penal al automovilista que cause un accidente por mandar mensajes desde su celular cuando conduce su vehículo.
De acuerdo a las reglas del viejo Manual de Periodismo, edición 1987 de Carlos Marín y Vicente Leñero, vale la pena una aclaración para todos aquellos que reportean para televisión: no porque traigas 100 entrevistas y dure cinco minutos o más tu información se convierte en reportaje, es más, no más llega a ser una notota. Así nomas, notota.
Es eso es lo que hizo Plata, entrevistó a cinco diputados, medio redactó los datos en base a notas que se tenían sobre el asunto, y con una edición mágica, o sea esas en las que se rellena con imágenes de archivo para completar el tema que se maneja, y ¡zaz, voilá! Ya se armó el reportaje, como sucedió con el de Luis García que se ve espectacular con sus 40 segundos de imágenes “juertes y crudas” y su sonido ambiente, para darle color.
Pero nanais, así no es. Bueno, pues qué se puede pedir si desconocen los géneros periodísticos.
CAMBIOS EN EL PARAÍSO
En TV Azteca Noreste, concretamente en el Info7 matutino, se dio la salida de Andrea González de la coconducción que desde hace tres años, días más días menos, tenía con Julio César Cano. Aunque se tenían versiones de conflictos internos y grillas personales entre el personal de ese espacio informativo, las razones para el cambio son muy diferentes.
Resulta que Andrea González accedió regresar a Playa del Carmen debido a que su esposo tiene una oferta de trabajo importante para su carrera, y por ello la bella conductora decidió cambiar las semiáridas tierras norteñas y sus recientes y más frecuentes temblores, por paradisiacos amaneceres y anocheceres, claro está, con riesgos de huracanes. Enhorabuena y la mejor de las suertes.
El asunto se mantuvo en reserva, mas no en secreto, hasta encontrar quién la sustituyera: la también guapetona Ana Guerra, titular de un segmento de noticias ráfaga cuando la mancuerna era Cano-González.
Y para terminar con TV Azteca Monterrey, quien sigue creciendo en el mundo del espectáculo en la edición de mediodía de Info7, es José Armando González, egresado de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL.
El otrora fan de María Julia “La Comadre” Lafuente, no deja dudas cuando está frente a las cámaras, parece pez en el agua y demuestra tener conocimiento pleno de los temas que maneja.
González también conduce el programa Plan B de lunes a sábado de 10:50 a 11:20 de la mañana (qué raro horario), donde comparte los micrófonos con el veterano Sadrach Santos y la bilingüe Nancy Salinas.
La gran mayoría de las horas el auditorio está de rehén de los canales nacionales o locales privados de televisión, y no sintoniza -ni por error- las producciones que ofrecen los canales oficiales, como el 53 de la Universidad Autónoma de Nuevo León.
Resulta que este columnista tan odiado, cansado de la escasa materia gris de los productores de los programas nocturnos conducidos por Ernesto Chavana y Óscar Burgos, de Multimedios y Televisa Monterrey, se dispuso a monitorear en cable el canal universitario.
Grata sorpresa fue ver una noche al periodista Hernando Sóstenes Garza, por cierto hijo ilustre del municipio de China, entrevistando a la actriz con trayectoria nacional, Luisa Huertas.
Con una escenografía bastante ad hoc para el programa que consiste en dos cámaras de televisión antiguas, la entrevista con Huertas fue un deleite para la audiencia.
Con pleno dominio de los temas, pero sobre todo de conocimiento de la trayectoria de la actriz, el entrevistador demostró que el canal 53 tiene de sobra, en el caso de Garza, lo que escasea en los privados.
Pero no crean que el periodista es un improvisado o un recomendado a un directivo de Multimedios, TV Azteca o Televisa, como muchas veces pasa. Para nada.
Garza es egresado de periodismo de la UANL y fue reportero de cultura y de información local en los periódicos El Porvenir y El Norte; escritor de varias obras que han sido llevadas al teatro, y además es muy reconocido en el ámbito cultural de Nuevo León.
Un aplauso a los directivos del canal 53 de la Máxima Casa de Estudios por este tipo de programas. Y una prueba que no solamente los deportivos, con conductores que apuestan a levantar la voz y a cuidar poco de su imagen, como sucede en los privados donde los jefes, que no predican con el ejemplo, deberían ir con un(a) nutriólogo(a) para ponerse a dieta.
Por cierto va un ¡ánimo! muy sincero para Garza que está luchando positivamente contra una seria enfermedad. Atentamente: sus amigos y compañeros.
Horizonte ¿sin futuro?
Ya sé que parezco disco rayado dándole duro y tupido al periódico El Horizonte que apenas va por su primer año en las calles de Monterrey.
Pues aunque el título siempre sonó muy prometedor y alentaba a que los periodistas regios habían encontrado una nueva fuente de trabajo, que la verdad hacen mucha falta porque ya no sabemos a dónde van a ir a parar todos los egresados de las facultades de Comunicación de las diferentes universidades que hay en Nuevo León, la verdad es otra.
En menos de un año ya han ocurrido importantes movimientos de personal. Unos se han ido como si huyeran de la peste, en otras palabras “hechos la mocha” porque simplemente no aguantaron las maratónicas jornadas de trabajo a las que fueron sometidos durante el tiempo que pertenecieron a la empresa.
Otros simplemente no estuvieron de acuerdo con la forma en que se trabaja al interior del rotativo. Y es que no está usted para saberlo, estimado lector 1 millón, pero lo que menos importa en El Horizonte es lo que el reportero haya batallado para conseguir una exclusiva. Ya con la nota entregada, editada, diseñada y montada en la página, a punto de ser enviada a las prensas, los “mandamases” del diario salen con “que siempre esa nota no va, que mejor hay que buscar otra”.
Ahora sí como dice el personaje de Eugenio Derbez: “¡Óigame no!”, ¿cómo que después de “talonear” una exclusiva, con todo lo que ello representa, a la mera hora dicen que no vale la pena y que hay que meter otra cosa? Usted no lo sabe estimado lector, pero eso sucedía a veces a las 9 de la noche, y a esa hora hacer un cambio en un diario es ¡escandaloso y casi suicida!, no sólo porque representa doble trabajo para el reportero, sino que hay que mover a una legión de empleados que no siempre están dispuestos a rehacer lo que ya se había hecho.
En fin, entre las bajas más sensibles están la de Eduardo Chávez, quien editaba la sección de Espectáculos y recientemente Sonia Coronado, que estaba en la sección de negocios… ellos, más los que se acumulen en la semana.
Cómo estará la cosa que acabo de ver a los voceadores ofreciendo El Horizonte en cruceros como el de Colón y Félix U. Gómez y Madero y Pino Suárez, cuando supuestamente la idea principal era que el diario penetrara especialmente en el área de San Pedro y, si en otras zonas lo aceptaban, ya era ganancia.
Ojalá que los rumores no se confirmen y que “El Chorizonte” (¡perdón, se me chispoteó otra vez!) no vaya a cerrar sus puertas porque eso sería un golpe mortal para el gremio periodístico regiomontano.
¿México?
Y si la cosa está que arde en El Horizonte, no quiero decirle cómo andan las aguas en la empresa de mi cuatacho del alma “Pancho” González, Don Francisco para los que estudiaron en escuela pública.
El 11 de marzo casi me da el patatús cuando en el cabezal de la portada leí la palabra MEXICO en lugar del tradicional nombre MILENIO. El alma me volvió al cuerpo cuando me di cuenta de que se trataba de una portada falsa, pero en la parte interior de la misma venía una leyenda en la que se vaticinaba lo que va a suceder con el ex Diario de Monterrey, aquel que alguna vez soñó con desbancar al “periodicote” y se quedó en el intento.
Desde hace tiempo se viene rumorando que los “peces gordos” de la empresa: léase Ciro Gómez Leyva, Carlos Marín y secuaces, pretenden borrar todo signo de que alguna vez Milenio fue un diario de provincia y convertirlo en un rotativo nacional 100 por ciento, o sea con información que ni a usted ni a mí nos interesa.
Los cambios comenzaron cuando desapareció la sección ¡Hey! que ahora se reduce a unas cuantas páginas perdidas en el interior del periódico y el segundo golpe a la identidad regional del periódico fue que la sección cultural se enfoca única y exclusivamente a lo que ocurre en la capital del país, como si aquí no hubiera cultura. Haga de cuenta que, sin decir una sola palabra, nos dijeron a los regios que no contamos para nada.
Y mi comadre doña “Chuchette” (Jesusa para la raza) me cuenta que entrar a Multimedios es el equivalente a ingresar a la casa del terror porque un día, y otro también, los asustan con cada cambio que los directivos hacen y deshacen como si estuvieran aprendiendo a hacer un “dobladillo”.
Si algo tenía El Diario de Monterrey y Milenio en sus inicios era que a la poca gente que lo leía, le gustaba la identidad regia que tenía. Porque será lo que usted guste y mande, pero a los regiomontanos nos importa lo que pasa en nuestra ciudad, no lo que ocurre en Tumbuyuca El Alto o en su defecto en el Distrito Federal.
Lástima porque El Diario… y Milenio fueron escuela de excelentes periodistas y hoy, quizá porque ya a nadie le interesa formar parte de una empresa que huele a muerto, lo único que tienen son muchachitos apantallados por salir en la tele. Pero ya veremos, dijo el ciego.
Y la pregunta tan esperada: ¿por qué el ex agente del ministerio público federal, convertido de la noche a la mañana en editor, Raúl Carrizales hijo, factura en el gobierno y varios municipios con la persona moral: Irene Gabriela Pérez Mier?