Millones de mexicanos seguimos con preocupación manifiesta, los hechos criminales se vienen acrecentando día con día en México, y de manera muy particular en aquellos lugares considerados “Santuarios” o “Paraísos”, en los que hasta hace poco tiempo este tipo de situaciones no dejaban de ser excepciones que confirmaban la regla.
Nayarit, Colima, Mérida, Quintana Roo, por citar algunos, eran sinónimos de calidad de vida, en donde pocas veces nos enterábamos de hechos criminales de alto impacto; pareciera que en esas entidades no pasaba nada…
En algunos casos, como el de Quintana Roo, el “pareciera” reviste relevancia, ya que con el cambio de gobierno y de partido o grupo en el poder, ahora resulta que, en algunos casos, parece que más que ejercicios serios de los Mandatarios anteriores en turno, fueron acuerdos perversos con aquellos “Bad Mans”, como dijera el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ahora ven en peligro sus intereses y complicidades.
Primero fueron asaltos “tipo Colombia”, en motonetas con dos hombres armados, tal y como sucedió cuando el tristemente célebre capo Pablo Escobar, iniciaba su carrera delictiva en Medellín; luego escalaron a las amenazas de bomba en oficinas públicas o a la ejecución de policías, buscando un objetivo específico: amedrentar a los ciudadanos para que empezaran a dudar de la capacidad del nuevo gobierno, sembrando caos y terror… igual que sucedió en Colombia.
Ahora, bandas de prestamistas aprovechan la inocencia -o ¿avaricia?- de algunos ciudadanos que encuentran en bellos modelos, hombres y mujeres, que les ofrecen préstamos financieros, sin
advertirles que las “letras chiquitas” dejan en claro que los intereses a cubrirse son “bastante grandotes”, oficializando una nueva forma de usura, que emula a las tiendas de raya, antes de la Independencia.
Igual que sucedió en Colombia.
Luego, las autoridades federales encontraron cajas de seguridad en una empresa privada en Cancún, llamando la atención que en su interior sus propietarios guardaban millones de dólares y euros en efectivo. Hasta la fecha, aquellos dueños de muchas de ellas, siguen sin aparecer.
Igual que sucedió en Colombia.
Y como si no fuera suficiente la “Tormenta Perfecta” en la que México está inmerso, en días pasados se registró una explosión en uno de los transbordadores que brindan servicio entre Cozumel y Solidaridad-Playa del Carmen, empresa cuyo propietario principal es nadie más, ni nadie menos que el padre del exgobernador Roberto Borge, encarcelado junto con gran parte de su equipo en el penal de Chetumal, sujeto a proceso por varios delitos generados por el uso indebido del poder público.
Igual que sucedió en Colombia… sólo que allá fue un avión de Avianca el que fue dinamitado por aquellos criminales interesados en sembrar el caos y que se perdiera la confianza en el marco institucional.
En Quintana Roo y México, existen diversas especulaciones en torno a lo que sucede actualmente con Barcos Caribe, sobre todo a raíz del descubrimiento por las autoridades federales de otros petardos en el casco de otro de los ferrys, anclado en la misma región en la que se registró la explosión.
¿Casualidad o causalidad? La mayoría de las versiones tienen la misma explicación: un ajuste de cuentas interfamiliares, por alguna de las partes que se siente “traicionada” al no contar con el respaldo financiero para enfrentar los litigios millonarios que costará la posibilidad para obtener la libertad, o peor aún, autoatentados realizados por aquellos mismos que añoran los viejos tiempos de excesos y arrogancia palaciega.
Será el sereno, pero a diferencia de Colombia, aunque las acciones pueden parecer iguales, los resultados serán diametralmente diferentes; ya que lo que ignoran es que organismos serios de inteligencia federal, están a nada de dar con los responsables de estos recientes cobardes actos, tal y como lo hicieron con aquella famosa “Doña Lety”, jefa del grupo criminal inicial en el Paraíso Mexicano.
Vaya, para decirlo a quien quiera leerlo, de buenas, es más, de extraordinarias fuentes de inteligencia, sabemos que el secretario de Gobernación, Jesús Alfonso Navarrete Prida, tiene una orden expresa del presidente Enrique Peña Nieto: tocar fondo en dar resultados en el esclarecimiento de los responsables de los recientes sucesos en las aguas del Caribe Mexicano, que incluso han provocado alertas de viajero por parte de Canadá y los Estados Unidos.
Para el exprocurador del Estado de México, ese tipo de retos son los que “lo mueven”, ya que tiene la tremenda oportunidad de dar resultados tangibles en un breve tiempo y mejor aún, despertando aplausos de la comunidad internacional al tratarse de uno de los destinos más visitados a nivel mundial.
Vaya, aparte de querer, el titular de la Segob, tiene la experiencia, el equipo y ahora los recursos ilimitados del Estado Mexicano, para resolver a fondo los lamentables hechos.
Así que ya lo saben, es cuestión de poco tiempo, para que a aquellos que decidieron jugar con fuego, sean alcanzados por lo que ellos mismos propiciaron, por lo que la membresía en los penales federales aumentará, ya que muchos criminales de otros estados de México, serán acusados, juzgados y encarcelados, para empezar, por terrorismo.
Aunque muchos lo quieran y le apuesten, en México y Quintana Roo, en particular, NO se repetirá lo sucedido en Colombia.