Todos entendemos que en una sociedad moderna el respeto y cuidado a los animales, en especial a los considerados “domésticos” como perros y gatos; es algo inherente e indiscutible.
Sin embargo, cuando este tipo de acciones empiezan a ser hechas por “moda” que por convicción, la cosa cambia, ya que más que buscar una evolución en la sociedad, pareciera que muchas personas lo hacen por aceptación social, o de plano porque buscan “quedar bien” con sus parejas, jefes, compañeros de escuela, maestros, etcétera.
Cada día nos encontramos con que los establecimientos comerciales, restaurantes, escuelas, medios de transporte y otros más, colocan letreros con la leyenda “Pet Friendly”, buscando con estas acciones subirse a la “ola” actual que fomenta el ser incluyente y respetuoso con las mascotas.
A todos nos alegra y saca una sonrisa cuando vemos a los jóvenes, principalmente, acudir a los parques o plazas comerciales llevando a sus perros; mismos que evidencian el buen trato del que son objeto, sin minimizar la higiene y salud.
Videos y “selfies” de políticos, cantantes, artistas de cine y demás, son bastante comunes
en las redes sociales, llegando incluso a casos como el de Paris Hilton, que presume a cada hora a su vasto y selecto grupo de canes.
Es más, varios centros comerciales colocan estaciones especiales para atención a mascotas, en las que se incluyen gel limpiador, alimento balanceado, bolsas para recuperar sus heces fecales, agua y cualquier necesidad que pudiera tener el animalito.
Nadie duda ni puede cuestionar que este tipo de actitudes y comportamientos son inherentes en una Sociedad que se jacte de ser civilizada, pero lamentablemente en México, nunca pueden faltar los peros.
Aunque algunos de los pocos lectores de esta columna, buscarán querer quemarme en leña verde, considero que estamos llevando las cosas al extremo. Pero quiero dejar claro que no me refiero a la adecuada atención que muchos ciudadanos ahora brindamos a las mascotas.
¿Porqué no tenemos la misma reacción cuando nos encontramos en algún crucero migrantes centroamericanos pidiendo apoyo para llegar a los Estados Unidos y buscar cumplir su “sueño americano?
¿Porqué cuando vemos a indigentes o grupos étnicos hacer lo mismo en las calles, en lugar de ayudarlos volteamos la cara a otro lado?
¿Porqué cuando nos enteramos que están pidiendo recolección de víveres o medicamentos
para ayudar a comunidades enteras afectadas por desgracias naturales, no hacemos nada, o en el “mejor” de los casos acudimos solamente a tomarnos una “selfie” para subirla en nuestro Facebook, buscando la aceptación social?
¿Porqué debemos esperar a que sea Temporada Navideña para acudir afuera de los Hospitales públicos a llevar tamales y bebida caliente?
Son algunas y tremendas dudas existenciales que debemos plantearnos.
Resulta hipócrita y falsa una actitud cien por ciento positiva hacia las mascotas y altamente negativa y excluyente hacia otros seres humanos como nosotros.
Somos la especie humana, y por ende, nuestro compromiso mayor deber ser con los seres
humanos; una vez que eso suceda debemos voltear a ver a los demás miembros de nuestra civilización.
¿O me equivoco?
Entonces no entiendo. ¿Porqué de repente nos salió el amor por perros, gatos, caballos, aves, delfines, ballenas, y demás?
Otra pregunta: ¿En qué momento dejamos de respetarnos y ayudarnos como especie humana?
Ejemplos sobran, me gusta ver las manifestaciones y páginas en redes sociales que exigen respeto y atención a las mascotas, pero me gustaría más ver convocatorias para acudir a realizar protestas por el genocidio que en estos momentos se realiza en Siria, donde comunidades ancestrales como Alepo, están siendo masacradas.
Misiles y ataques químicos enviados por su presidente, apoyado por Rusia, matan impunemente a miles de hombres, mujeres y niños; misiles enviados por Estados Unidos, Inglaterra y Francia también los destruyen, mientras que a nivel mundial, la opinión pública permanece poco dispuesta a conocer más del tema, muchos menos a ayudar.
También me gustaría ver que así como en los centros comerciales y restaurantes existen las zonas “Pet Friendly”, hubiera lugares de apoyo comunitario “Human Fridenly”.
¿Estamos dejando morir a la especie humana y buscamos rescatar a otras especies?
Todo un tema de reflexión.¿o me equivoco?