Cuando un gobernante quiere sacar el garrote para poner orden en su casa, pedir la renuncia o proceder penalmente contra un funcionario público abusivo, muchas de las veces se sirve de denuncias publicadas en la presa y así lavarse las manos. Y más cuando se trata de ovejas negras de su mismo partido.
Desde hace varios años, con Natividad González Parás y con Rodrigo Medina de la Cruz, el periódico El Norte ha publicado sobre los excesos y el despilfarro del dinero público en que incurren varios empleados de jerarquía de la Comisión de Transparencia y Acceso a la Información de Nuevo León (CTAINL).
En esa lista de denuncias salieron a relucir los viajes a Europa sin justificación de Guillermo Mijares Torres y de Sergio Antonio Moncayo González -quienes hicieron del organismo autónomo su propio negocio-, con el objetivo de conocer más sobre el tema de protección de datos personales.
Un gasto inútil que sólo en boletos de avión superó los 150 mil pesos, sin contar los viáticos en euros en España, porque Hora Cero demostró en la pasada edición que los dos supuestos “apóstoles” de la CTAINL se pasaron por el arco del triunfo la protección de esa información confidencial.
Como bien lo documentó este periódico, Mijares Torres y Moncayo González ordenaron sacar de un archivo, fotocopiar y filtrar unas copias del seguro de gastos médicos de la comisionada suplente o supernumeraria, María Eugenia Pérez Eimbcke, conteniendo nombres y otros datos de su esposo y dos hijos.
Ante esa flagrante violación a las leyes de Nuevo León, absurdamente cometida por los mismos consejeros que deberían respetarlas, se demostró que los 4 millones 600 mil habitantes del Estado no tienen garantías de que exista alguna instancia que proteja sus datos personales.
Ante la gravedad de este caso Hora Cero solicitó una reacción de Medina de la Cruz, o bien del vocero oficial Jorge Domene Zambrano, pero evidentemente no hubo interés, dejando claro que la CTAINL puede ser la mejor fuente de grupos criminales que quieran información antes de cometer un secuestro.
Porque si antes de que los comisionados Mijares Torres y Moncayo González se pasaran de listos filtrando esa documentación, sólo el círculo familiar y de amigos cercanos sabían que la colega afectada Pérez Eimbcke estaba casada y que tiene dos hijos menores de edad.
Una información que a nadie más podía importarle y que sin duda pudiera poner en riesgo a ella y su familia, gracias a sus colegas que desnudaron a la CTAINL como un organismo que vive del erario estatal y que debe ser sometido a cirugía mayor, si Medina de la Cruz tiene interés en sacar el bisturí.
Pero no basta tener ganas, sino voluntad política, porque desgraciadamente en la Comisión de Transparencia también están metidos los partidos políticos, quienes a través del Congreso de Nuevo León designan a los comisionados, como sucede en el Instituto Federal Electoral con los consejeros.
A Mijares Torres y Moncayo González los propuso el PRI en la pasada y reciente legislatura, respectivamente, mientras que Pérez Eimbcke es del PAN, del establo del senador Raúl Gracia. Mientras que el cuarto comisionado, Rodrigo Plancarte de la Garza, también se maneja más por la derecha.
Por cierto, Moncayo González se siente protegido por el manto del gobernador y asegura que nada ni nadie lo quitará de su cargo, mismo que concluye en 2015, una vez que sea electo el próximo gobernador.
Antes de que Hora Cero publicara la gravedad en la filtración de datos personales dentro del organismo autónomo -que ejerce un presupuesto anual de casi 28 millones de pesos-, ya había habido escándalos, como sucedió en 2005 cuando el Congreso del Estado renunció a dos consejeros por sus vicios consultando páginas pornográficas en Internet.
Cuando los ánimos se caldearon fue el año pasado: Plancarte de la Garza se molestó por la designación (otra vez) de Mijares Torres en la presidencia, y los gastos excesivos, la impunidad y las animadversiones entre los cuatro “apóstoles” llegaron hasta el Poder Legislativo.
La CTAINL nació en el sexenio panista de Fernando Canales Clariond con buenas intenciones, pero lamentablemente el poder enloqueció a quien no pudo vacunarse a tiempo.
Ahora son los diputados locales de Acción Nacional quienes piden urgen a meter al orden a ese organismo, cuando de nuevo salió a la luz pública los excesivos gastos en seguros familiares de gastos médicos mayores que gozan los comisionados, y la filtración de datos personales de archiveros que deberían estar bajo candado.
-¿Hasta dónde llegará esta burla? -es la pregunta. Lamentablemente El Norte y Hora Cero no tienen otras facultades más que de denunciar de manera pública que la CTAINL es otra cueva de Alí Babá donde se hace y deshace al antojo de quienes la manejan.
Donde los comisionados se creen socios-dueños de la CTAINL; se sienten protegidos por el gobernante y amigo en turno; meten a sus amigos como proveedores y se llevan una tajada del pastel, y que de transparentes tienen solamente el membrete. En fin, más mugre.
De Medina de la Cruz dependerá solamente proteger a los 4 millones 600 mil de sus gobernados de Nuevo León, desprotegidos de la delincuencia organizada, metiendo orden en esa pestilente institución… como lo hizo una vez su antecesor sin temblarle la mano.
twitter: @hhjimenez