Todo parece indicar que será por las alcantarillas de Agua y Drenaje de Monterrey, literalmente, por donde salga la pestilencia a corrupción que imperó en el sexenio pasado donde “el jefe de la mafia” era un tal Juan Carlos Pulido, en palabras del gobernador Samuel García Sepúlveda.
El jueves 7 pasado el mandatario no se anduvo con rodeos al señalar que cuando tomó posesión cuatro días antes, los nuevos funcionarios intentaron entrar a las instalaciones de AyD, sin embargo hombres armados lo impidieron “mientras vaciaban papelería y otra presunta evidencia”.
El susodicho Pulido, puntualizó Samuel: “Era el jefe de la mafia de Agua y Drenaje de Monterrey”, y tenía una oficina de lujo con escritorio de mármol.
Fuentes al interior de la dependencia aseguran que el ex jefe de operaciones cuenta con jet privado y vive en un penthouse en zona exclusiva de San Pedro. Y que todas las adquisiciones debían tener el aval de él, no del director que estaba pintado en la pared.
Pues en menos que canta un gallo la Fiscalía del Estado podría integrar una carpeta de investigación contra Pulido para que empiece el show prometido durante la campaña. Y con uno que entre a la cárcel superará las promesas de “El Bronco”.
Por cierto, donde estuvo media confusa la cosa fue cuando denunció a un personaje quien, dijo el mandatario, era el encargado de cobrar “los moches” a los casilleros.
Se trata de un tal Ramón Rodríguez quien, primero, Samuel dijo que era el “ahijado” de “El Bronco”, para luego corregir e identificarlo como “su yerno”.
Finalmente se supo que es el medio hermano del yerno del ex gobernador… a ver si no corrigen más adelante.
Nunca será tarde para darle una repasada a sucesos y dichos registrados en la toma de protesta del primer gobernador millenial de Nuevo León, Samuel García, y que quizá han sido pasados por alto por otros medios -y tampoco estorba reiterarles- el primer domingo de octubre en el Teatro de la Ciudad.
Por ejemplo, la puntualidad casi inglesa para empezar el evento apenas pasados seis minutos después de la hora señalada (18:00 horas) con la asistencia de familiares de Samuel y de su esposa Mariana, legisladores locales, el gobernador saliente Jaime Rodríguez Calderón, gobernadores de otros Estados y ex gobernadores de Nuevo León, senadores, diputados federales, alcaldes metropolitanos y rurales, e invitados especiales.
Con un aforo reducido en las butacas del recinto por la pandemia, aunque en algunas filas no se respetó el asiento con el letrero de “prohibido sentarse”, presidenta del Congreso, Ivonne Álvarez, dio lectura a la lista de asistencia de los diputados para iniciar la sesión solemne.
Llamó la atención de los curiosos la llegada del priista Adrián de la Garza, principal contendiente del ahora ejecutivo estatal en las elecciones del 6 de junio, pero sobre todo la ausencia de Francisco Cienfuegos, vistos días antes a la toma de posesión del edil de Santiago, David de la Peña.
El morbo sobre esa presencia que podría considerarse como políticamente correcta, se centró especialmente en que durante la campaña De la Garza presentó un video, mismo que hasta la fecha no le hace digestión a Samuel, donde se involucró a sus progenitores.
Hasta ahí todo iba relativamente bien entre el público asistente que ocupaba sus lugares y donde todo era abrazos como en familia bien portada; en el olvido las rivalidades de campaña. En cambio sobraban los saludos de mano -ya no de puño-, y los cubrebocas impedían ver las sonrisas al por mayor.
Pero hubo uno que no asistió porque todavía no le sanan las heridas que le causó Samuel: el ex gobernador Rodrigo Medina de la Cruz, agarrado como piñata y exigido en panorámicos, spots y volantes de la campaña de Movimiento Ciudadano, como un ejemplo de la corrupción del PRI.
Medina de la Cruz y Fernando Canales Clariond no acudieron a la invitación de Samuel. Pero en cambio sí fueron Sócrates Rizzo García, Benjamín Clariond, Fernando Elizondo Barragán “mi mentor”, dijo Samuel y agregó: “Y Natividad González Parás, mi hoy maestro de los martes”.
Hubo más de uno que se quedó con cara de ¡what! sobre esa expresión, especialmente porque Rodrigo Medina fue el delfín que escogió Natividad para sucederlo, y bien aprendió algunas artes -buenas y malas- del maestro. Pero Samuel se refería a que toma clases de posgrado con el ejecutivo estatal.
A todos los alcaldes electos metropolitanos entrantes les agradeció su presencia con nombre o apellido, pero llamó la atención que se le olvidó uno: el edil de Escobedo Andrés Mijes. ¿Por qué habrá sido? Seguramente porque se le chispoteó entre tanta mención.
Sin embargo fue Luis Donaldo Colosio, de Monterrey, quien se llevó una de las mejores promesas en lo que viene del sexenio naranja: de ayudarle a recuperar y tener el control de la Policía Regia. Y la polémica al día siguiente empezó en el Congreso del Estado cuando la fracción de MC subió el tema a tribuna.
Desde agosto de 2017 existe un mando único del Estado que restó operación de vigilancia a la Policía Regia, por cierto muy criticado por ONG ‘s, que se limita a tener presencia en el sur de la ciudad y en la zona centro de la capital.
Esa tarde en el Teatro de la Ciudad llamó la atención que se paseaba muy feliz de la vida Eugenio Montiel Amoroso, y cómo no, porque días después fue designado director de Fomerrey, un puesto que ya había ocupado con “El Bronco”, y que apoyó la campaña de Clara Luz Flores.
Y si para morbo en la toma de protesta se trataba, pues lo confirmó la asistencia de nada más y nada menos que la secretaria de Economía del gobierno federal, Tatiana Clouthier, quien nunca ha podido ver ni en pintura al nuevo ejecutivo naranja. Rivales de adeveras desde las elecciones de 2015 cuando Samuel le ganó el escaño en el Congreso local.
Pero el gobernador, que sabe bien que no es santo de la devoción de Tatiana, aplicó las buenas artes de la cortesía política y la mencionó, pidiéndole llevarle el mensaje al presidente Andrés Manuel López Obrador de que Nuevo León jalará con el oriundo de Macuspana, Tabasco.
Y no faltó la miel sobre hojuelas en las palabras de Samuel dirigidas a su esposa Mariana, a quien le mandó un “te amo” desde el atril y le pidió transitar juntos en el reto de gobernar Nuevo León de una manera diferente. Y también hizo mención de su papá, su mamá y los suegros sentados en filas de honor.
Si un invitado se sintió incómodo con ganas de levantarse del asiento e irse fue el senador Ricardo Monreal, líder de la fracción de MORENA, ante la presencia del gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Pero sobre todo por el torrente de halagos de Samuel hacia su vecino.
Seguramente el ejecutivo neolonés desconocía que Cabeza de Vaca emprendió una feroz ofensiva judicial en contra del senador suplente de Monreal, Alejandro Rojas Díaz-Durán, a quien quiere meter a la cárcel tras una denuncia presentada ante la Fiscalía General del Estado vecino.
Y mientras los aplausos que recibía Cabeza de Vaca por apoyar con vigilancia los convoyes de la vacunación transfronteriza, con unidades de la Policía de Tamaulipas, en el asiento de atrás Alberto Anaya, líder moral del PT y aliado de AMLO y Monreal, hacía gestos y batallaba para tragarse la saliva.
Y rumbo a las todavía lejanas elecciones de 2024, llamó la atención que Luis Donaldo Colosio, uno de los prospectos para estar en la fórmula para el Senado de MC, empezó su administración haciendo lo que por años es la carta de presentación de quien sería su contrincante: César Garza Villarreal.
El edil regio quiere escuchar en voz de los mismos ciudadanos qué le duele a la capital, sello de su contraparte de Apodaca que pulverizó a la oposición el 6 de junio. Luis y César son perfiles de sus partidos para lo que se ofrezca en tres años.
Ahora falta qué dirán, sobre todo en el PRI, Francisco Cienfuegos y Adrián de la Garza. Veremos.
Por último un apunte pues siempre se puede mejorar: ¿se podría cambiar el esquema de la forma en la que se responden las preguntas de los medios en las conferencias de prensa del gobernador?
Actualmente las están contestando en bloques de tres, sin embargo, como hay reporteros que hacen cuestionamientos en capítulos y más largos que la Cuaresma, sucede que al gobernador y las secretarias se les olvida lo que les preguntaron por lo que muchos cuestionamientos se quedan en el aire.
Todo sea por mejorar.