Sin duda Andrés Manuel López Obrador va creciendo en las preferencias electorales gracias al respaldo de la juventud estudiantil que despertó cuando faltaban menos de dos meses de los comicios, sin embargo la duda es si esta tendencia a la alza será suficiente para ganar.
Junio será el mes más largo para Enrique Peña Nieto y para el PRI, pues pocos se imaginaban que en Nuevo León y en otras entidades del país, las simpatías a favor de AMLO iban a crecer de un mes a otro de manera preocupante para sus adversarios.
Que en Monterrey, donde la alcaldía la tiene casi asegurada la panista Margarita Arellanes con 54 puntos, López Obrador esté en un “empate técnico” con Peña Nieto y con Josefina Vázquez Mota, es el reflejo que los jóvenes prefieren la oferta del tabasqueño que 70 años del PRI y 12 años del PAN en la presidencia.
Con 29.8 por ciento de intención de votos para la candidata del PAN presidencial, y un empate en 27.4 por ciento de Peña Nieto y López Obrador, la capital de Nuevo León se está “enamorando” de un hombre que buscó ser presidente hace seis años y se convirtió en un símbolo con una imagen de un político que vende esperanzas para los jóvenes.
En este Estado los mismos simpatizantes del PAN ya empiezan a abandonar la causa de Josefina, reflejándose en el voto cruzado de la reciente encuesta de Hora Cero. Es decir, un gran porcentaje de los encuestados cruzan la opción AMLO, para luego preferir a los candidatos del PRI o PAN al Senado y a las alcaldías.
Los mismos panistas ya están resignados de que su candidata se ha desinflado como jamás lo imaginaron. Y se nota en los bastiones albiazules de San Nicolás, Santa Catarina y San Pedro, donde López Obrador subió más de 10 puntos en comparación con el mes anterior.
El candidato de las izquierdas se dio el lujo de no solamente quedar en “empate técnico” en Monterrey, sino que por primera vez estuvo arriba en un municipio metropolitano como Santa Catarina, gobernado por el PAN y donde el candidato a la alcaldía de este partido,encabeza las preferencias.
Donde Acción Nacional se ha desplomado es en Guadalupe, el segundo municipio con mayor número de electores de la metrópoli, ya que el candidato a la alcaldía, César Garza Villarreal, va en primer lugar con amplio margen, y AMLO creció casi 10 puntos.
En la capital de Monterrey el candidato a la alcaldía de la alianza PRI-Verde, Felipe Enríquez -por cierto compadre de Peña Nieto-, rendirá muy malas cuentas al abanderado presidencial, pues su estrategia no ha sido comprada por los electores, quienes voltearon a ver a la albiazul, Margarita Arellanes, y sólo un desastre haría perder la Sultana del Norte al PAN.
Además, el candidato de la izquierda está arrasando en los simulacros de elección que varias universidades han realizado después de la primera manifestación anti Peña Nieto de la Ibero, entre ellas la Universidad Nacional Autónoma de México donde el porcentaje de preferencia fue altísimo: 85.9 por ciento.
Si bien el candidato del PRI-Verde sigue arriba en las encuestas, se ha detectado que el tabasqueño ya rebasó a Josefina Vázquez Mota, que tiene en su contra la guerra fracasada que comenzó el ejecutivo nacional contra el crimen, con miles de desaparecidos y más de 50 mil muertos.
Otra duda es si la preferencia de los jóvenes por AMLO se va a traducir en votos efectivos el 1 de julio, porque en México el abstencionismo no es un dato para presumir cuando se compara con los países europeos.
Los chavos y chavas universitarios, como lo fuimos muchos mexicanos que tuvimos la fortuna de cursar una carrera superior, se desvelan los sábados en los antros, se pasan de copas y el domingo lo menos que quieren es ir a hacer una fila enorme en la casilla, con un calor de verano de más de 40 grados, y los estragos del alcohol.
Ese será uno de los miedos que debe tener desde ya López Obrador. Que ahora quienes le han demostrado sus simpatías en todo el país, salgan a votar y que no se queden en buenas intenciones las manifestaciones anti Peña Nieto.
Porque el PRI no se va a a dejar cuando está cerca de regresar a Los Pinos. Sus operadores saben aceitar la maquinaria y ponerla a funcionar; abren las llamadas “casas amigas” con apetitosos platillos como huevos con chorizo, tamales y barbacoa, para que sus simpatizantes vayan a votar con sus barrigas llenas.
Ese no es un delito electoral, no está tipificado por la Fepade.
Y si en la guerra y en el amor todo se vale, cuanto más si se trata de ganar la presidencia de México.
Twitter: @hhjimenez