Por fin se confirmó que Álvaro Ibarra será el nuevo dirigente del PRI de Nuevo León, llevando como fórmula en la secretaría general a Maribel Villalón, del municipio de Santiago.
¿Por qué Álvaro? Podríamos analizar muchas posibles respuestas a esta interrogante dentro de una multiplicidad de supuestos contextos, pero entre las principales razones podríamos afirmar que goza de todas las confianzas del gobernador, Rodrigo Medina.
El mandatario nuevoleonés confía en la capacidad política del hasta hace unos días secretario del Trabajo en el Estado para llevar al PRI al triunfo en las elecciones presidenciales del 2012.
Rodrigo sabe que no puede vacilar en la conducción de las elecciones porque le fallaría a su amigo y futuro candidato a la presidencia de la república ¿Manlio o Peña Nieto?
Rodrigo se juega con Álvaro Ibarra su futuro político. Al ex secretario del Trabajo le tocará, primero que nada hacer propuestas interesantes para llevar a cabo una selección de buenos candidatos a diputados federales. Interesa mucho que quienes sean los abanderados no tengan cuestionamientos para que ayuden en la elección presidencial.
Pero Álvaro no puede descuidar el proceso local. Debe contar con buenos candidatos a diputados locales, ¿la razón?, no puede dejar a Rodrigo Medina en manos de opositores porque lo harían trizas en el segundo período de su mandanto. Si ahora se lo quieren comer vivo cual canibal africanus, teniendo minoría en el Congreso del Estado, Rodrigo no tendría paz política en los últimos 3 años de su mandato.
Los candidatos a las alcaldías sí interesan porque desde ahí se generan simpatías para ganar adeptos que participen en lo procesos electorales. Muchos ya estarán levantando la mano.
Miguel Ángel Lozano jugó un papel importante para el PRI porque llevó a su partido a ganar la gubernatura, la mayoría en el Congreso y se hizo de muchos municipios en el estado.
Ahora, Álvaro le debe asegurar a Rodrigo Medina candidatos que le ayuden a ganar un una contienda que se antoja muy competida.
También, Álvaro debe trabajar para que Rodrigo asegure una transición generacional, la que prometió en campaña y que permita al equipo del gobernador posicionar un equipo que sea identificado como la nueva clase política que está demandando el ciudadano y su partido.
Necesita hombres y mujeres que ganen terreno en las clases medias, donde el PRI ha perdido y sigue perdiendo a pesar de ser la parte social que más severemente ha sido devastada por las políticas económicas y de inseguridad aplicadas por los gobiernos panistas.
Álvaro debe ser un líder más echado para adelante que cuestione las políticas de sus adversarios y que identifique plenamente qué gobiernos le han hecho más daño a la economía y a la estabilidad aplicando más impuestos, más aumentos, más inseguridad, más crisis, más currupción y más impunidad. Increíble, ¿verdad?
Debe ser un líder que combine el pragmatismo político con los principios ideológicos que hacen diferente a su partido de otros partidos.
Debe convencer para vencer de que el PRI ha cambiado, mientras que sus adversarios siguen sin ofrecer resultados. El cambio debe ser la razón de su proyecto porque si no muchos estaríamos pensando que todo es puro cuento.