Por más que estuve busque y busque en todos lados, nunca encontré que la función de un alcalde es la de estarse peleando con sus vecinos. Por lo contrario, en todos los reglamentos y leyes siempre encontré conceptos como el de consenso, respeto, derechos y obligaciones, bien público, etc.
No obstante, parece que a la mayoría de los alcaldes de México les ha dado por buscar fórmulas de recaudación presupuestal aplicando medidas poco ortodoxas, sin importarles la opinión de aquellos que los llevaron al poder público.
Vaya, toda proporción guardada, parece que muchos presidentes municipales no se han dado cuenta, o no se han actualizado legal y académicamente, para entender que ahora los ciudadanos cuentan con muchas armas legales para enfrentarlos y, mejor aún, tienen ganas de hacerlo.
Y peor aún, ven la paja en el ojo ajeno y NO la viga en el propio, al ver la larga fila de exgobernadores que tienen sus membresías aseguradas en diversos penales, y muchos de los actuales que se muestran raudos y veloces en comparlas.
“Tienen la OBLIGACIÓN de defender los intereses de los ciudadanos”, reza una de las responsabilidades de los munícipes; y aunque pocos dudamos que la mayoría lo buscan, también muchos tenemos certeza de que ignoran que, en este momento, las formas siguen siendo la premisa básica en toda acción de gobierno.
Se pelean con transportistas, acusándolos de ser los responsables del caos vial y la alta incidencia en accidentes. Situación que fue generada por la falta de visión de futuro de muchos de sus antecesores que se dedicaron a gobernar de manera muy ranchera y poco asertiva y propositiva.
Se pelean con comerciantes porque violan los horarios de venta de alcohol, argumentando que son responsables por la desintegración familiar y violencia doméstica. Pero desconocemos qué acciones o políticas públicas municipales aplican para lograr un crecimiento armónico en sus comunidades.
Se pelean con medios de comunicación acusándolos de desinformar y vivir del chantaje presupuestal. Pero se siguen cerrando en todo lo relacionado a transparencia y acceso a la información pública y restringen el flujo informativo hacia los ciudadanos.
Se pelean con automovilistas, colocándoles novedosos sistemas de monitoreo vehicular, para evitar que circulen a velocidades “inmoderadas”, argumentando que buscan garantizar su seguridad. Pero no pavimentan las vialidades principales, que en muchos casos provocan accidentes y muertes similares.
Se pelean con todo el mundo, porque alguien les dijo que debían prohibir las vueltas a la derecha en cruceros, ¡sin importar que existan señalamientos que lo permitan!, siendo Nuevo León el único lugar en dónde existe tal barbaridad. Provocando filas y filas en ciudades en donde ya de por sí la vialidad está desquiciada.
Hacen lo anterior, en lugar de modificar la sincronización en los semáforos para dar oportunidad a que los peatones crucen con seguridad, como sucede en las naciones serias. Soluciones simplonas, pues.
Se pelean con todos porque prohíben el uso de celulares y texteo, en una época en la que los largos tiempos de traslado hacen que la gente no tenga de otra más que buscar opciones para comunicarse; ya sea justificar sus llegadas tardes al trabajo o a citas empresariales, o de plano realizar transacciones financieras, antes de que les cierren el banco o comercio.
¿Porqué no formar alianzas con las telefónicas, para que dentro de sus programas de responsabilidad social, instalen “Islas de Seguridad”, con Wi- Fi gratis, para que los automovilistas se estacionen y realicen sus acciones de manera segura para todos? Paraderos especiales como lo es con el transporte urbano. Obvio en lugares y vialidades que los espacios lo permitan.
No lo hacen porque todo lo que se les ocurre solamente es aplicar multas y multas; con los resultados que ya conocemos: la gente resolverá sus urgencias y necesidades por encima de los caprichos y ordenanzas municipales.
Si no, recordemos lo que sucedió en la Ciudad de México cuando impusieron la verificación vehicular, simple y sencillamente la gente compró ¡más carros!
Vaya, se pelean con todos los que les generan impuestos ignorando formas novedosas para persuadirlos y poder sacarles el billete sin quitarles sus libertades y afectarles sus estilos de vida.v