Ahora recuerdo que hace algunos meses, como una solución a los problemas de México me “vendieron” a un ex gobernador mexiquense entrón, cumplidor, eficiente, conciliador… y además ¡guapo!
Ahora recuerdo que en sus mensajes publicitarios de campaña, se veía optimista, rodeado de mexicanos trabajadores confiados en el futuro; y además se comprometía a cumplir sus promesas con un reiterado: “te lo prometo… lo cumplo”.
Ahora resulta que menos de un año después, me presentan a un Presidente canoso, cansado, preocupado, con la única gran fortaleza de parecer un guía de turistas que muestra a los mexicanos los interiores del Palacio Nacional, pero nunca nos “vende” su gran tema: las Reformas Estructurales.
¿Estarán conscientes los respetados estrategas de marketing político, del riesgo que conlleva “bombardear” a diestra y siniestra los hogares de los 117 millones de mexicanos mostrando una imagen de un Presidente aislado y solo, muy lejana a la del líder que se ocupa en estos momentos?
¿Enrique Peña Nieto en verdad envejeció al grado tal de estar lleno de canas y hasta arrugas y verse poco optimista en menos de un año de gobierno? ¡Cuidado! Porque todavía le quedan cinco más.
Cinco años más en los que los mexicanos quieren ver un Presidente fajador, conciliador, entusiasta, estadista, rodeado de la gente, apoyado por los resultados y no por acciones efímeras como la detención de Elba Esther Gordillo. Porque más que una campaña publicitaria de Primer Informe, los spots en medios de comunicación tradicionales y redes sociales, nos recuerdan al del Sexto Informe de Gobierno del ex Presidente Felipe Calderón, cuando se despedía delos mexicanos en una campaña que más de festejo, parecía de buscar expiar sus culpas. Un México con el semáforo económico en amarillo por el evidente desacelere de la actividad industrial; un México con la capital de la República secuestrada por grupos de delincuentes institucionales que cobran como maestros; un México con las Reformas Estructurales entrampadas; un México con un “rebote” real, aunque no aceptado oficialmente, en la inseguridad pública.
Ahora recuerdo… un México muy diferente al que me “vendieron” hace pocos meses.
Tal parece que la gran fortaleza del equipo Presidencial ha sido despertar a todos sus enemigos para juntarlos en su contra, separándose de los millones de mexicanos que les brindaron su confianza en las elecciones del 2012.
Es una realidad que el tiempo se les vino encima y se entramparon en enfrentar varias batallas a la vez… ¿la Reforma Energética y Educativa, cuando en la calle se enfrentan maestros y gobierno, las dos grandes batallas al mismo tiempo? ¿Podrán con ellas?
Inconsistencias en la definición de temas tan básicos como fecha y el lugar del Primer Informe de Gobierno; ceremonia prácticamente descontinuada en el siglo XXI, ya que fueron los ex Presidentes Vicente Fox y Felipe Calderón, los que de plano decidieron echar a la basura el famoso “Día del Presidente” o los cambios en las fechas de la presentación de la Reforma Energética, hacen parecer al equipo que presume su experiencia, que es más de primaria que de doctorado.
Y para colmo, la ciudad más grande del mundo y en la que sus habitantes hicieron a un lado al PRD para darle la oportunidad al PRI, tristemente es la que paga los errores propiciados por una temprana e innecesaria pugna entre grupos mexiquenses e hidalguenses, al cancelarse juegos de futbol, espectáculos musicales, paseos ciudadanos, etc.
Ahh… pero eso sí, lo que NO se suspendió fue el súper exclusivo concierto celebrado en el Palacio de Bellas Artes patrocinados por los gobiernos de Chihuahua y Michoacán para reconocer la trayectoria tricolor del compositor Alberto Aguilera, conocido como Juan Gabriel, y hasta ese lugar se apersonó la crema y nata del grupo en el poder, a bordo de sus suburbans blindadas y cuidados por sus guaruras, pagados por los mexicanos.
Parecía la viva imagen de aquellos eventos suntuosos en los tiempos de Don Porfirio Díaz encabezando el “Avance de la República”.
Y todos los asistentes recordaron uno de los párrafos de aquella canción que el michoacano-chihuahuense entonó hace varios años: “Ni Temo…ni Chente… Francisco será Presidente”, “Ni el PRD… ni el PAN… el PRI es el que va a ganar” en relación a aquella campaña cuando Francisco Labastida perdió frente a Vicente Fox y que propició la salida del PRI de Los Pinos.
Después de este concierto nadie duda que los adeudos del cantante con la Secretaría de Hacienda se fueran al basurero… por lo menos por cinco años más.
Urge que Peña Nieto dé un golpe de timón en su gobierno; que se sacuda de sus compromisos políticos y económicos para iniciar su segundo año con un equipo propio y no uno prestado y mucho menos rentado.
Muchas gracias.
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