El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca parece irracional, suena irreal y es definitivamente perjudicial para una buena parte del mundo, México incluido.
Durante su campaña, el hoy presidente electo Trump ofertó a sus simpatizantes ocho acciones específicas relacionados directamente con México:
1. Tarifa inicial del 25% en importaciones mexicanas para obligar a la administración Sheinbaum a detener la migración irregular y el tráfico de drogas ilícitas.
2. Deportación masiva de cuatro millones de mexicanos viviendo ilegalmente en los Estados Unidos.
3. Tarifa de hasta 500% a los vehículos producidos por compañías chinas en México y que su destino final sea la unión americana.
4. Castigar el tránsito de productos chinos que llegan vía México
5. Bombardear laboratorios de fentanilo en suelo mexicano
6. Bloqueo de los puertos mexicanos para combatir barcos que transporten químicos precursores de fentanilo.
7. Reiniciar la construcción del muro entre las dos naciones.
8. Designar a las organizaciones criminales mexicanas como grupos terroristas.
De concretar estas promesas, el mayor impacto se resentirá prácticamente de inmediato en la región norte de México, así que ¡agárrate, Nuevo León! porque, de entrada, la cercanía de Elon Musk con el nuevo presidente bien anticipa que, a cambio de beneficios económicos, incentivos fiscales e insuperable acceso al hombre más poderoso de uno de los países más poderosos, hace aún más complejo que la tan celebrada megafábrica de Tesla se concrete. Y si así ocurre, será muy interesante cuanto tendrían que ceder los gobiernos federal, estatal y municipal para Mr. Musk dé el visto bueno.
Al segundo trimestre del 2024, el INEGI reportó que los estados con mayor contribución a las exportaciones generadas en el país fueron: Chihuahua, Coahuila, Baja California, Nuevo León, Tamaulipas y Guanajuato. De concretarse la doble amenaza trumpista de tarifas a los productos fabricados o maquilados en México, el impacto no solo será a los industriales; la cadena de empleos y servicios locales que se generan con la operación de fábricas de exportación es grande.
En México, investigadores estiman que entre 2000 y 2023, la inversión China en México ha sido de 22 mil 470 millones de dólares. La consultora Deloitte indica que al comparar la inversión extranjera directa del gigante asiático en el país registrada entre 2013-2017 contra 2018-2023, el capital incrementó 278 por ciento, con las implicaciones en la fuerza laboral doméstica que esto implica.
Cuando las deportaciones masivas que se han anunciado inicien, las ciudades fronterizas en el norte van a resentir la llegada por miles de migrantes que generarán de nuevo una crisis humanitaria que se complica con la onmipresencia del crimen organizado en la zona. Peor aún, la guerra de baja intensidad que se ha acentuado con la fractura entre los sinaloenses en el Oeste, y su reinicio entre los grupos locales que operan en el Este de la frontera, se sabe que los enfrentamientos afectarán a los migrantes con secuestros, extorsiones, desapariciones y reclutamientos forzado.
A ese panorama de caos que ya existe, aumentarlo con bombardeos, drones y asesinatos generaría vacíos de poder criminal más rápidos, que en un ciclo natural de lucha por espacios probablemente traería más desgaste del tejido social con sus mortales consecuencias.
Pero los vacíos no quedarán solo en los espacios criminales. Desde la administración de AMLO se supo que en México el número de espías rusos aumentó notablemente. En el Parlamento Centroamericano (PARLACEN), Rusia acaba de ser admitida como país observador, expandiendo así su influencia en la región. Si Trump insiste en su visión nacionalista, el vacío de poder en Latinoamérica se extenderá, afectando potencialmente a millones, los que se fueron y los que se quedaron.