Hay tres factores que estimulan mucho a hombres y mujeres a escalar las alturas del deporte profesional: En primer lugar, indudablemente, está la gratificación interna de andar por los escenarios del propio país y del mundo ejercitándose en su pasión deportiva, sea una cancha, una duela, un gimnasio o una pista atlética. Pero el otro resorte tiene que ver con la fama, conscientes del impacto que causa la atención de los medios masivos sobre los triunfadores en el terreno de juego individual o de grupo. Y cierra el círculo, desde luego, el dinero, cuando se pone la mira en asegurar un futuro promisorio en lo económico, especialmente si se viene de una pobreza social latente y más de la marginación insultante.
El dinero mueve al mundo. Ni modo. Y el oro a veces vuelve avaro e insensible a la persona inmadura. Otras veces hace que los pobres que ganaron millones de pesos se olviden de sus orígenes, aunque hay otros que la compasión los lleva a auxiliar, una u otra forma, a los seres más vulnerables. Pero también hay quien se gasta todo su dinero en una vida licenciosa, derrochándolo sin ton ni son, sin prever lo que vendrá cuando se cierre el ciclo de su trayectoria en el deporte de sus amores. Excepto que la vida los premie con una larga extensión en otras áreas cuando hayan dejado su protagonismo como jugadores, por ejemplo, en el futbol soccer, como ocurre con los entrenadores de renombre.
El mejor ejemplo lo tenemos en “Tuca” Ferretti, quien se despachó 30 años al frente de un equipo de primera división en México, sin ser despedido jamás, hasta que le llegó su hora en el actual torneo. Así es que hay que pensar el cúmulo de ahorros que tiene merced a su sueldo anual, premios por calificar a las series finales y no se diga por los campeonatos obtenidos. Pero los que más llaman la atención a nivel global con los directores técnicos que asumen su responsabilidad en las Copas del Mundo de la FIFA. De ahí que llame la atención que el controversial argentino Gerardo “El Tata” Martino es uno de los mejor pagados por llevar las riendas de la Selección Mexicana. Es de los mejor pagados de los 32 que estarán en Qatar el próximo noviembre.
Y la ponderación de su salario es certera, hoy que está de moda en México fisgonear en los tabuladores de la Secretaría de Hacienda en México porque AMLO no tolera las dobles nóminas de los clubes patrocinadores de equipos ni la exención de impuestos a nadie; mucho menos los fraudes fiscales. Pero, asimismo, la información sobre los emolumentos de los entrenadores que irán a la Copa del Mundo viene directamente de la FIFA y del portal Finance Football. Así es que ha muchos mexicanos ha irritado enterarse de que “El Tata” Martino es el quinto seleccionador mejor pagado, con un sueldo de 2.9 millones de euros al año. O sea, es lo mismo que percibe Louis van Gaal, dirigiendo a la Naranja Mecánica de Holanda.
Por eso sus detractores están rabiosos, ya que sus pobres resultados no justifican que solamente cuatro entrenadores lo superen en el dinero que percibe anualmente: Hans-Dieter Flick, de Alemania (5.8 millones de euros), lo mismo que se embolsa Gareth Southgate, de Inglaterra, mientras que Didier Deschamps, de Francia, se lleva 3.8 millones de euros y Tite, de Brasil, 3.6 millones. Por otra parte, según la investigación de Finance Football, “Tata” Martino está muy arriba en sueldo de los otros entrenadores mundialistas de la zona de Concacaf, o sea Gregg Bethalter, de Estados Unidos (1.25 millones); John Herdman, de Canadá (480 mil euros) y Luis Fernando Suárez, de Costa Rica (359 mil). Y rebasa, igualmente, a Lionel Sacaloni, de Argentina (2.6 millones de euros) ya Luis Enrique, de España (1.15 millones).
Es muchísimo dinero, por donde se le vea. Cualquiera de esos bendecidos por el futbol soccer es ya millonario, y en edad adulta, sin sabe siquiera, quizá, en qué gastarlo. Pero los críticos de Martino se ensañan más con él porque México calificó con muchos apuros en este Mundial y todavía se atrevió a decir en Argentina que le apenaba que en nuestro país había gente que soñaba con que México fuera campeón, o algo así.
Por eso, el colega Pablo Carrillo, de Grupo Imagen, se desbocó en una entrevista con BOLAVIP, vía La Opinión de Los Ángeles y tachó de ladrón al argentino que dirige a México: “Martino es el ladrón más grande que ha existido en el fútbol mexicano. Cobra un dineral y no trabaja. Ha habido muy poca visoría. Además, el tipo nunca está en México, no se entera de nada, tampoco va a los clubes, no platica con los entrenadores de la Liga. Parece político. Hizo un grupo de correligionarios y con esos se lo va a jugar. Espero equivocarme. Me encantaría decir en un futuro que fui un idiota, que me equivoqué y que a México le fue muy bien”.