A un año de los comicios de Nuevo León sorprenden dos cosas: una, la permanencia de Abel Guerra Garza (PRI) y de Adalberto Madero Quiroga (PAN) a la cabeza en la preferencia de los electores, comparando los resultados que publicó Hora Cero en el sondeo de diciembre de 2008 y los recientes de El Norte; y dos, que los candidatos del gobernador siguen rezagados: Rodrigo Medina de la Cruz y Jorge Mendoza Garza.
Donde lo pongan, como posible candidato al gobierno o por segunda vez a la alcaldía de Monterrey, Guerra Garza no cede ante el resto de los aspirantes. El encargado de los Proyectos Estratégicos de la actual administración estatal no suelta la cima de las simpatías entre los votantes.
En esta realidad seguramente tiene que ver, por una parte, el sentimiento a favor hacia un perdedor que por unas horas se sintió ganador y alcalde de Monterrey, como sucedió en las elecciones de 2006 cuando Madero Quiroga recuperó para el PAN la capital regia.
Pero por otro lado hay gente que le gustaría ver a Guerra Garza en una contienda de revancha en cualquiera de las dos posibilidades: derrotar a Madero Quiroga en la lucha por la gubernatura o, como premio de consolación, ser candidato tricolor y ganar Monterrey.
Viendo los toros desde las gradas, pero sobre todo analizando los números que arrojaron los sondeos arriba mencionados, se antoja la madre de todas las revancha; que sus respectivos partidos los elegirán como sus estandartes para buscar la sucesión de Natividad González Parás.
Y que dentro de las cuatro paredes del Revolucionario Institucional, Manlio Fabio Beltrones y Beatriz Paredes van a llamar al gobernador para recordarle que en 1997 él perdió ante Fernando Canales Clariond y regresó a ganar en 2003, por lo cual Guerra Garza seguiría en la cancha sin necesidad de sacarle antes la tarjeta roja.
El delegado especial del PRI en Nuevo León, Pedro Joaquín Codwell, ya anticipó que la consulta popular no está descartada cuando el partido lance la convocatoria para elegir a su candidato a la grande, igualito como pasó cuando González Parás fue ungido aquella vez que se abrió la elección a la ciudadanía.
En estas instancias Guerra Garza debe saber que la paciencia será su mejor aliada. Su equipo de trabajo en el área de comunicación lo mantiene en los medios con puras notas a su favor, contrario a Madero Quiroga, que no ha podido zafarse de los escándalos en su administración y también ha sido víctima del fuego amigo.
El dos veces alcalde priista de Escobedo es bien visto en la Ciudad de México por la jerarquía tricolor, mientras que en su tierra natal, Reynosa, hay empresarios y políticos que no tendrían dudas en apoyarlo financieramente antes y durante su campaña.
Pues bien, si no hay cambios o caprichos de última hora, en julio de 2009 la cartelera anunciaría la revancha: Abel vs. Adalberto.
MONTERREY EN LA MIRA
Si bien Adalberto Madero Quiroga tiene casi segura su candidatura, pésele a quien le pese, sobre todo a dos, Fernando Elizondo Barragán y Fernando Larrazábal Bretón, el PAN sudará la gota gorda para retener la capital de Nuevo León.
Se antoja que la actual gestión panista terminará como empezó, entre olores de corrupción por parte de algunos funcionarios, como el más reciente de la ordeña de los parquímetros que no exculpa al alcalde, al contrario, lo perjudica en estos tiempos preelectorales.
Porque no es lo mismo que Madero Quiroga sea el preferido para ser candidato del PAN, a que los nuevoleoneses vayan a elegirlo como gobernador.
Y ante este panorama el más perjudicado sería el aspirante a la alcaldía regia que saldría entre el diputado local, Miguel Angel García Domínguez; el diputado federal, Enrique Barrios García; el delegado del IMSS, Jorge Luis Hinojosa, o en su caso el legislador federal Marco Heriberto Orozco.
Porque en esta cuarteta no caben otros panistas.
Dentro del PRI quien llevaría la mano es el actual secretario General de Gobierno, Rodrigo Medina de la Cruz, quien vino a reemplazar al senador Jorge Mendoza Garza, como el preferido de Natividad González Parás para ocupar su lugar.
En la pasada edición de Hora Cero (número 81) un sondeo reveló que Miguel García Domínguez -ex alcalde de San Nicolás- es bien visto por la población, sobre todo por las gestas políticas que encabezó cuando se opuso a la prolongación del Metro elevado, entre otras.
Miembro del equipo de Larrazábal Bretón, el diputado se ha sabido mover bien y ya fue palomeado por el círculo más influyente de colaboradores de Madero Quiroga.
Con el premio de consolación que sería contender por la alcaldía, Medina de la Cruz tendría como contendiente a García Domínguez, dos que no invertirían mucho en asesores de imagen.
Y pasan la prueba del voto femenino, tan necesario en las últimas elecciones.