Ya que se perfila el verano y la pregunta que hacen todos los niños a sus padres: “¿A dónde iremos de vacaciones?”. La gran mayoría de las personas tratarán de entretener a sus hijos con las actividades a su alcance dentro de su comunidad, y aquellos más pudientes contestarán posiblemente a la misma interrogación con algún viaje a una de las hermosas playas mexicanas o hasta con el descubrimiento de un país extranjero. Pero las vacaciones y los viajes, aparte de constituir actividades de descanso que permiten romper con una rutina, constituyen también el sustento de un sector clave de la economía nacional: la industria turística. Por ello, la SECTUR y los representantes diplomáticos de doce países europeos establecieron este mes de mayo un plan para atraer mayor actividad turística proveniente del Viejo Continente.
Los que no se vieron ahogados por la escandalosa crisis europea pueden sin duda sacar uno de los pocos provechos que otorga un Euro tan alto: viajar a bajo costo. Asimismo, un estudio reciente demuestra que los alemanes viajan fuera de su país de 14 a 25 días por año, gastando aproximadamente entre 800 y 850 dólares diarios. Para atraer este turismo a México, importantes inversiones se acordaron, como la extensión de aeropuertos estratégicos, campañas masivas para promover al país y sobre todo para garantizar la seguridad de los visitantes. Es que después de la formidable – pero también insoportable – propaganda que se le dio a México el año pasado con el “fin del mundo maya”, el 2013 empezó con publicidad negativa en Europa, arraigando en la consciencia colectiva la imagen de un país peligroso donde imperan la corrupción y la violencia. Mucho eco tuvieron los casos de las españolas violadas y del empresario belga asesinado en Acapulco, como el asunto trágico del joven francés matado en Durango o la muerte de los negociantes españoles en Sinaloa.
A pesar de todo esto, la relación turística bilateral se sigue desarrollando, aunque es innegable que se ve amenazada por la violencia cotidiana. El año pasado vio por ejemplo el nacimiento de una línea aérea directa entre Varsovia (Polonia) y Cancún. Además, México cuenta con muchos argumentos para contrarrestar esta visión negativa, empezando por sus playas soleadas, sus reconocidos vestigios históricos al que son muy sensibles los viajeros europeos, sus tradiciones, su gastronomía… En el ámbito de los viajes profesionales, es indiscutible que México tiene toda la infraestructura necesaria para consolidarse como uno de los principales centros de conferencias internacionales, así como lo demostraron los múltiples encuentros gubernamentales que tuvieron lugar en los Cabos (la reunión del G20) o en Cancún (los encuentros entre parlamentarios europeos y mexicanos y la cumbre sobre el medio ambiente).
Según el director del Consejo de Promoción Turística de México, son alrededor de un millón 350 mil europeos que visitan a México cada año, representando el segundo mayor grupo de turistas después de los norteamericanos. El 90% de ellos se queda en la Riviera Maya y en la península de Yucatán, pero sería bueno aprovechar mayormente el potencial de atracción cultural, natural y tradicional que tienen los otros estados de la república. Por ejemplo, el programa de los “Pueblos Mágicos” es totalmente desconocido en Europa.
Muy interesante y fundamental para la sustentabilidad de esta nueva política será ver qué medidas de protección del medio ambiente se tomarán. Porque si bien la industria turística representa alrededor del 15% de los empleos formales del país, no podemos dejar a un lado que en las últimas décadas el manejo de las políticas se ha hecho más según el interés de los inversionistas – que lógicamente esperan y buscan un fuerte rendimiento económico – que tomando en consideración el daño al entorno (desplazamientos de poblaciones, maltrato de la barrera de corales del Caribe, contaminación del agua…). El siglo XXI exige desarrollar normas y certificaciones de turismo sostenible, respetuoso del medio ambiente, pero también de las comunidades locales. Ojalá no veamos en México más atentados contra la naturaleza o barbaridades como la que sucedió en Belice, donde un político-empresario destruyó el centro ceremonial de Noh Mul, viejo de 2300 años, para reparar una carretera… A todos nos conviene una aplicación inteligente de los principios del turismo sustentables.