Qué bueno que el Papa Francisco haya cumplido su promesa de “aventarse un tiro largo” y vaya a estar en México casi una semana.
Qué malo que México no esté pasando por su mejor momento.
Qué bueno que el Papa Francisco venga con un mensaje de Paz y
Armonía.
Qué malo que muchos mexicanos busquen todo, menos la concordia y la unidad.
Qué bueno que el Papa “Pancho” venga a fortalecer la doctrina pastoral y la Iglesia Católica.
Qué malo que muchos que andan celebrando la visita, aún no puedan lavarse las manos por tantos abusos en casos tan lamentables como el del “Santo Padre” Marcial Maciel, en el meritito Michoacán.
En fin, sin soslayar la relevancia espiritual de la visita tan interesante y sintomática del obispo de Roma a tierras nacionales, muchos se siguen “comiendo” las uñas por escuchar sus famosos discursos.
Discursos que más que mensajes pastorales y fraternos, suelen llevar una harta dosis en el fondo y forma de críticas asertivas hacia los caducos esquemas actuales de poder económico, religioso y político.
Ya lo ha hecho en los diferentes parlamentos europeos a donde ha sido invitado; lo hizo en el corazón del poder político global, la Organización de las Naciones Unidas, lo mismo que en el Congreso de los Estados Unidos y varios más.
Tal parece que a “Pancho” le gusta y se divierte en acudir a reuniones de grupos de poder a ponerle el “cascabel al gato”, como dicen en el rancho.
En un México tan caótico, ¿qué mensaje pueden esperar los jerarcas de la Iglesia Católica Mexicana, o los integrantes del gobierno federal, gobernadores, diputados o la cúpula dorada empresarial?
Como dijera el gran personaje del misterio Inglés: “Elemental, mi querido Watson”, cualquier cosa menos a lo que están acostumbrados y se siente harto cómodos: ¡A las felicitaciones y lisonjas!
Debo confesar que, en lo personal, admiro, respeto, pero sobre todo disfruto y me divierte la vanguardista actitud tan irreverente y socarrona del Papa Francisco; mismo que cada vez que puede confirma su origen latino y su complicada juventud en una nación famosa por sus habitantes que pelean siempre… y pelean por todo.
Sencillamente, ante un desgaste amoral y acelerado de la Iglesia Católica, Francisco NO tiene de otra, y lo que es peor, NO tiene tiempo; si verdaderamente busca tomar al toro por los cuernos y desviar la ruta hacia el desfiladero en la que muchos y muy variados personajes eclesiásticos se han empeñado en ponerla.
Nadie tiene la menor duda que el actual Papado, busca y busca…y sigue y sigue, fortaleciendo un mensaje de congruencia y humanidad tan necesario, pero tan desairado por los grupos de poder.
Es precisamente en América Latina y regiones de África en donde la Iglesia Católica sigue teniendo una fuerte feligresía, muy a pesar de que su propia jerarquía ha incurrido en todo tipo de abusos e intentos, para ser como en Europa, lugar en que los templos son meras figuras decorativas y son visitadas únicamente por turistas ávidos en tomarse fotografías y “selfies” con los tesoros que guardan.
El Papa ha pedido “unos minutos a solas” junto al Ayate de la Guadalupana, así como un breve “ajuste de tiempo personal” en Morelia, Michoacán, cuna de cosas relevantes para la Iglesia Católica como la Guerra Cristera y la vergonzosa historia de Maciel.
¿Para qué?
Pero también será recibido por el Presidente Enrique Peña Nieto en ceremonia oficial como Jefe del Estado Vaticano, y se ha mostrado muy emocionado por visitar un Centro de Readaptación Social en Ciudad Juárez, en donde oficiará una multitudinaria misa transfronteriza, en la merita línea divisoria con el Paso, Texas.
Además, estará en San Cristóbal de las Casas, Chiapas; en el mismito lugar en el que hace varios años un grupo de mexicanos hartos por el olvido y la miseria del Estado, se levantó en armas y al grito de “Ya Basta”, formaron el EZLN.
Ciudad de México, Chiapas, Ciudad Juárez, Morelia, Michoacán, es casualidad o causalidad que el equipo papal haya escogido estos lugares, en los que existe un común denominador, priva la violencia e injusticia en grado superlativo.
¿Llevar consuelo espiritual a comunidades en las que como dijera el clásico de la política de antaño, “Los demonios andan sueltos”?
Existen voces que siguen asegurando que el Papa no está al 100 por ciento satisfecho, ya que hubiera deseado oficiar una misa en el meritito Guerrero, y ayudar al descanso espiritual de los deudos por los trágicos sucesos de Ayotzinapa.
Cuestión de días para que la primera visita de un Papa “made in” América Latina inicie en México, y aunque muchos de los encargados de logística y seguridad empiezan a “comerse las uñas”, otros más andan buscando comprar armaduras medievales para no resultar lesionados por aquellas “indirectas” muy directas que acostumbra lanzar.
¿A qué viene Francisco a México?
Muy pronto lo sabremos.