A nada. Así de simple y sencillo. Lamentablemente el equipo de Daniel Guzmán sigue sin tener un estilo definido de juego, no muestra avances en la coordinación entre sus líneas y ya ni el pelotazo frontal a Itamar es el común denominador.
Ya han pasado más de siete meses que “El Travieso” tomó las riendas del conjunto felino y en todo este tiempo no ha logrado que su mano como estratega se vea reflejada en el terreno de juego.
Guzmán sigue aferrado a que las individualidades le resuelvan los problemas, y no está mal, pero aquí lo cuestionable es que además no ponga al servicio del equipo su capacidad táctica y no sólo la motivacional que suele usar en entrenamientos y juegos.
Daniel quiere que con los elementos que tiene jueguen como el Santos que hizo campeón y superlíder en dos torneos consecutivos. Sin embargo, no se ha dado cuenta que no tiene a la mano la misma calidad de jugadores que en el equipo lagunero.
Por ejemplo, Lucas Lobos no puede jugar como Daniel Ludueña, por la izquierda, pues no se acomoda por ese lado e inconscientemente se va tirando al centro o a la derecha de la cancha conforme avanza el partido, dejando descubierta su zona y al lateral izquierdo con doble trabajo.
Además, en aquel Santos la media de contención contaba con dos elementos como Juan Pablo Rodríguez y el “Lorito” Jiménez que no sólo cumplían a la defensiva, sino también tenían gol; mientras que aquí en Tigres ni Lucas Ayala ni Antonio Sancho, tampoco Molina o Toledo han podido darle los mismos resultados.
Y en la delantera ni qué decir, pues allá tenía a un “demonio” por las bandas como el ecuatoriano Christian Benítez y un matón en el área como Vuoso, en tanto que aquí Itamar Batista, el Kikín Fonseca y en su momento la Gata Fernández no pesaron en la delantera universitaria.
De acuerdo a estas consideraciones se podría pensar en que la culpa no es toda o exclusiva de Guzmán, pero también habría que cuestionarle por qué no ha buscado una fórmula que le permita sacar provecho a los elementos con los que cuenta, en lugar de tratar que le den lo mismo que le dieron otros jugadores en otro equipo.
Lo malo de todo es que mientras el Travieso siga terco en esto, los Tigres seguirán sin aprovechar que Indios de Ciudad Juárez no suma puntos y está sentenciado a descender, por lo que aunque los felinos se salven una vez más por las fallas del rival, se mantendrán en la zona caliente de la tabla porcentual en el siguiente año futbolístico.
Se vienen dos jornadas claves en el futuro de Daniel Guzmán. Reciben a Pumas en la cuatro y en la cinco visitan a Rayados en el Clásico 91, por lo que deberán mentalizarse en sacar la mayor cantidad de puntos posibles, de preferencia dos triunfos, para mantener “la chamba”, pues de lo contrario en las altas esferas de Cemex ya están alistando la guillotina para cortarle la cabeza.
¿Y RAYADOS?
Pues en el campeón las cosas marchan sobre ruedas. Víctor Manuel Vucetich sí ha sabido explotar el plantel que tiene, no se ha excusado en la ausencia de Humberto Suazo, por el contrario se puso a trabajar y hoy al goleador chileno no se le ha extrañado.
Para el Monterrey se vienen dos meses de mucho desgaste, pues empezarán su participación en la Copa Libertadores, por lo que estarán jugando un partido cada cuatro días, en promedio, durante los próximos 60 días.
Rayados ya dejó en claro que tiene un plantel rico, tanto en cantidad como en calidad. Su fondo físico parece estar al 100 por ciento y su capacidad técnica en el banquillo a prueba de toda duda, así es que no debe preocupar a nadie la maratónica aventura que están por iniciar. Pero Daniel Guzmán tendrá que ponerse a trabajar en serio si quiere mantener su trabajo.