La sorpresiva intromisión del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el tema de la instalación de la planta de Tesla que está o estaba perfilada para Nuevo León -como lo ha declarado el gobernador Samuel García-, sacudió la vida política y empresarial local.
Resulta que el lunes 20 de febrero AMLO abordó el tema en su monólogo de la mañanera de que tiene pendiente una llamada telefónica con el millonario empresario de Estados Unidos, Elon Musk, para recomendarle que invierta no en Nuevo León, sino en Hidalgo.
A estas alturas del partido seguramente un alto porcentaje de neoleoneses sabrán la razón por la cual el tabasqueño se interpuso de Samuel: “¡Porque Nuevo León no tiene agua!”.
Puede que AMLO tenga en parte o en mucha razón. Basta recordar el verano de 2022 con las presas casi secas y cuando los habitantes de la zona metropolitana entraron en pánico al no tener agua en sus casas ¡ni para bajarle al sanitario!
Ante ello el presidente, quien entendió que la crisis del agua afectaría en la economía del país por ser Nuevo León uno de los tres Estados mayormente industrializados, abrió la billetera para que, junto al gobernador, anunciara el segundo acueducto de la presa El Cuchillo.
Por ser un tema relevante desde muchos ángulos, sobre todo por la generación de empleos que traería para Nuevo León, enseguida se transcribe la parte de la nota de El Universal donde habla sobre el no a Tesla en Nuevo León, esto para que no le digan y no le cuenten de que las palabras de AMLO fueron sacadas de contexto:
“Uno de los estados que tiene problemas por falta de agua es Nuevo León y ¿por qué le falta el agua? Es porque ha crecido mucho, no solo la industria. En consecuencia, ha crecido mucho la población porque no es poner una planta y pueden decir ‘la planta consume muy poca agua o va utilizar agua que son tratadas’, sí pero los que van a trabajar en esas plantas, las familias que van a trabajar van a consumir agua (…)
“Desde su punto de vista, ¿entonces no se tendría que instalar esta planta en el estado de Nuevo León?”, se le preguntó.
“En donde se tenga agua, donde se tengan los servicios”, dijo.
“¿Nuevo León, no?”, se le insistió.
“En Nuevo León no hay agua”, respondió.
Como este columnista no se va con la primera bola que le lancen para ser ponchado, no descarta que AMLO y Samuel estén de acuerdo y solo alborotaron el gallinero. Vaya, que Elon Musk ya decidió desde tiempo atrás invertir en Nuevo León y Samuel se alzará con un triunfo ya arreglado.
Porque a como sigue la guerra entre el poder ejecutivo y legislativo, la probable instalación de la planta de Tesla en Santa Catarina, como es el plan original, haría crecer entre la población la aprobación a la gestión del gobernador naranja.
Y si hubiera dudas de que la bronca entre Samuel y los alcaldes del PRI y PAN, en días pasados el edil tricolor de Apodaca, César Garza, las disipó con la siguiente declaración:
“El Estado está escatimando los recursos intentando generar presión política con el acceso al fondo (de dos mil 500 millones de pesos. Hay un evidente interés de generar presión, el Gobernador nos ha comunicado que con los Alcaldes del PRI y PAN no quiere tener ningún contacto”.
¡Sopas!