Aumentó el precio de la gasolina, pero también el de la luz y el gas. No me explico cómo es que las famosas reformas al sector energético han producido tales aumentos, si se supone que se nos prometió que bajarían las tarifas.
Para darnos una idea, las tarifas eléctricas que ofrece la CFE a la industria aumentaron entre un 46 y un 92 por ciento respecto a las registradas en marzo del 2016.
Es patético lo que ocurre con los precios de los combustibles, con lo que la energía base e intermedia costarán el doble que hace un año.
Las tarifas eléctricas comerciales y domésticas también han registrado aumentos desproporcionados respecto al 2016. El gas registró un brutal aumento del 40 por ciento de acuerdo con la Agencia de Información Energética de los Estados Unidos, según publicó el diario El Financiero.
Totalmente contrario al anuncio de que habría aumentos del 8 al 12 por ciento, ya de por sí altos con respecto al incremento salarial.
La promesa es que bajen los precios de la luz, el gas y las gasolinas, pero eso hasta ahora no ha ocurrido; el gobierno asegura que se trata de factores externos, lo cual puede tener algo de cierto, pero no me dejarán mentir que mucho de lo que estamos viviendo tiene que ver con el abuso en el uso de los dineros públicos.
La Comisión Federal de Electricidad se ha vuelto una entidad onerosa. Gas Natural México es un abuso andando, no atienden a los consumidores y a la PROFECO le faltan dientes y le sobran inspectores. No vigilan.
¿Qué el gobierno no se dará cuenta de que con estos precios afectan la producción de fábricas y comercios? No queremos subsidios, queremos que dejen de despilfarrar.
Basta con escuchar a los magníficos proveedores que tienen Gas Natural, CFE y PEMEX: muchos hombres y mujeres que se han enriquecido al amparo de su actividad empresarial. Eso es lo que encarece el servicio.
Los consumidores necesitamos hacer fuerza y presión. Así como hemos estado combatiendo el gasolinazo, debemos combatir el resto de los aumentos en el gas natural y las tarifas eléctricas.
Gas Natural es un abuso de empresa. No es digna de ninguna atención a su pésimo servicio y peor descrédito en la atención a sus clientes. Los empleados no solucionan ni un ápice de nada y los directivos jamás están para resolver. Ellos piensan en ganancias, pero no piensan en quienes los mantenemos.
Es tiempo de manifestar nuestro malestar como ya se ha hecho contra otros servicios. Los aumentos que la industria y el comercio están resintiendo terminarán trasladándolo a los consumidores. Somos nosotros los que al final pagamos los platos rotos, porque somos el final de la cadena de producción y consumo.
Nemak es una empresa regia que invirtió grandes sumas de dólares para generar energía en el municipio de Pesquería. ¿Cuánto de eso se verá reflejado en una baja en los precios del consumo de luz en la industria de ese municipio? Yo no siento que vaya a ser mucho, de lo que sí estoy seguro es que la industria energética particular está lejos de representar una verdadera competencia para la CFE.
¿Recuerdan Gas Natural? Ofrece el servicio más caro que cuando estaba en manos del gobierno. ¿Cuál fue el beneficio de su privatización para los mexicanos? Los beneficiados fueron y siguen siendo los concesionarios, nosotros los consumidores seguimos padeciendo empresas que sólo se enriquecen con los combustibles nacionales.