Los operadores electorales, sobre todo del PRI y PAN que tienen mayor experiencia en movilizar a sus ejércitos de votantes, aseguran que en el llamado Día D (próximo domingo 6 de junio de elecciones en Nuevo León), pueden cambiar las tendencias entre un 5 y 7 por ciento. ¿Será cierto?
De ser así, y de acuerdo a la intención de voto que difundieron el 27 de mayo Hora Cero (6.5 puntos) y la alianza Latinus-Grupo Reforma-El Norte (7.0) a favor del emecista Samuel García, seguramente el que tuvo mejores sueños fue Adrián de la Garza, candidato del PRI-PRD a la gubernatura.
Porque a exactos diez días para los comicios, cuando aparecieron ambas preferencias electorales, parecía que Samuel se había ido hasta las nubes después del desaire de Adrián, Fernando Larrazabal y Clara Luz Flores al no asistieron al debate organizado precisamente por El Norte.
Para los que andan despistados en ese tema, deben saber que el aspirante de Movimiento Ciudadano fue el único que asistió a debatir -parado en el atril- sin contrincantes frente a un grupo de consejeros, directivos y lectores del periódico que se conectaron virtualmente.
¿Entonces la asistencia de Samuel, y la ausencia en El Norte de Adrián, Clara Luz y Larrazabal perjudicó al primero?
Pues solo de esa manera se explica cómo de 36 por ciento que tenía Samuel a comienzos de mayo, cayó a 30 en la encuesta que difundió Carlos Loret de Mola en su canal de Youtube, recordando que el debate fue el 18 del mismo mes.
Ahí las dejamos de tarea y para la reflexión, pues la encuesta de Latinus-Grupo Reforma-El Norte se levantó entre el 19 y 24 de este mes.
Si bien Hora Cero ya publicó el estudio estadístico que a detalle se ve en esta edición para cumplir con los lineamientos de la Comisión Estatal Electoral y el INE, marcando como fecha límite el 2 de junio para difundir encuestas, la gran pregunta es: ¿El Norte desmentirá a su nuevo socio Carlos Loret de Mola y publicará una diferente? ¡Óooooooooooorale!, diría Brozo.
Pero Samuel debe estar confiado en si mismo, pues de repetirse la copiosa votación de 2015 cuando acudieron a las urnas 2 millones 90 mil electores, la diferencia de 6.5 ó 7.0 puntos que le lleva a Adrián, serían más de ¡130 mil votos!, suficientes para no terminar en los tribunales la elección.
Basta mover el lápiz y hacer unas sumas. La lista nominal de Nuevo León es de 4 millones 189 mil electores. El 10 por ciento de 4 millones 189 mil son 400 mil 189 votantes. Entonces 6.7 ó 7.0 puntos de diferencia que le sacaría Samuel a Adrián oscilaría entre 272 y 293 mil, cantidad que debería poner “requetecontento” al emecista.
Aunque a decir verdad: una cosa es la intención de voto y otra es el voto consumado en las urnas, a diez días de los comicios favorecen a Samuel.
Y mientras el PRI y PAN tienen soldados leales que pueden despertarse temprano y aguantar horas y horas bajo la lluvia o en el candente sol esperando que se abra la casilla, y su turno para sufragar, ¿lo mismo harán los que simpatizan con los candidatos de MC?
Porque los electores deben saber que por la pandemia los arbitrios de la CEE y el INE que organizaron, contarán y calificarán los comicios dijeron que la anuencia a las casillas será lenta y que la gente en la fila deberá aguantar vara y no caer en desesperación.
Mario Alberto Garza Castillo, presidente consejero de la comisión, ya está pidiendo a los electores que se armen de paciencia ese día y vayan preparados a esperar su turno más que en otros años, así que sobre aviso no hay engaño.
¡He ahí el punto!, mismo que debería preocupar, mucho o poco, a Samuel y a Luis Donaldo Colosio que también va arriba por casi 14 puntos de Francisco Cienfuegos en la contienda por la alcaldía de Monterrey.
¿Podrán aguantar horas y horas en la fila para sufragar por sus gallos naranjas aquellos que quieren entronizarlos, peor, sin pila en sus celulares porque ya se chutaron las novedades de videos de Tik Tok?
¿Se irán a sus casas a reposar la desvelada y volverán a la casilla para comprobar que la fila está peor de larga? ¿Optarán por hace un tercer intento o irse de paseo a la carretera nacional con las cheves bien heladas y con el asador en la cajuela?
Porque para aguantar como fieles escuderos está la membresía tricolor y albiazul . Ese voto duro, corporativo y de la maquinaria que por décadas ha hecho ganar elecciones estatales y municipales al PRI y PAN en Nuevo León, aunque en 2015 fueron superados por Jaime Rodríguez Calderón. Pero esa, esa es oooooooootra historia llena de traiciones.
Siempre se ha dicho que para operar el Día D los priistas y los panistas cantan mejor las rancheras que sus contrincantes. ¿Se repetirá de nuevo?
Desde que empezaron las hostilidades de campaña el 6 de marzo, el albiazul Fernando Larrazabal ha tenido una campaña donde sus mensajes a través de videos han dado en el centro, destacando su slogan de campaña de que a Nuevo León se le respeta. Directo a AMLO.
A pocos días de los comicios no se descarta una alianza pública o de facto con Adrián en un intento por evitar que el Palacio de Cantera se pinte de naranja. Habrá que esperar las últimas sorpresa en el tramo final.
La que de a tiro se desplomó fue Clara Luz Flores, aspirante de MORENA y aliados, metiendo freno también a los candidatos a alcalde de esa coalición, con excepción de Andrés Mijes.
Y si no hay sorpresas de última hora en las alcaldías, en Apodaca ganará César Garza; en Guadalupe Cristina Díaz; en Juárez Francisco Treviño; en San Pedro Miguel Treviño; en San Nicolás Daniel Carrillo; en García Oscar Guevara; en Santa Catarina Jesús Nava, y en Santiago David de la Peña.
¡Hagan sus apuestas!