Zarandeada los últimos meses por el tema de supuestos malos manejos del erario, la Universidad Autónoma de Nuevo León no ve lo duro sino lo tupido. Y a menos de 40 días de la sucesión en la rectoría, lo que más preocupa a los inquilinos de la torre es qué espacios cederá al gobernador entrante Samuel García Sepúlveda.
Si bien es cierto que hace seis años Jaime Rodríguez Calderón no metió las manos en la Máxima Casa de Estudios, cuando tenía todo para hacerlo al ganar con casi 50 por ciento de la votación y superar el millón de votos -amén de que “El Bronco” es ex UANL-, en 2021 es todo lo contrario.
De entrada, a partir de 2015 cuando asumieron sus cargos con semanas de diferencia, “El Bronco” y “El Ranchero”, apodo del rector saliente Rogelio Garza Rivera, hicieron click y se la llevaron cachetonamente durante el sexenio que de independiente pasó a ser ciudadano.
Cuando coincidían en algún evento público, organizado por la UANL o por gobierno del Estado, sólo faltaba para que sus colaboradores llevaran los caballos para galopar, se prendiera el carbón, se pusieran la carne asada, los empalmes y salchichas, y se abrieran las botellas no propiamente de agua.
Pero esa luna de miel está a punto de terminar el 28 de octubre próximo cuando asuma el doctor Santos Guzmán López la rectoría y Garza Rivera salga del escenario, porque a cómo pintan las cosas en el equipo de transición, “El Ranchero” no tiene posibilidades de ocupar un cargo con Samuel.
Vaya, la buena relación que tuvieron ambas instituciones se confirmó con la designación de varios ex UANL en el gabinete de Rodríguez Calderón a nivel de secretarios, mientras que en el próximo gobierno no pinta ningún azul y oro. Y eso que el gobernador entrante es ultra aficionado Tigre.
Lo que mas quita el sueño estos días al doctor Santos, que se convertirán en pesadillas hasta antes del 28 de octubre, es cómo va a quedar bien con Samuel que ya será gobernador a partir del 4 de octubre cuando jure en su cargo en el Congreso del Estado.
Porque para nadie es un secreto dentro de la torre de rectoría es que al doctor Santos ya le están haciendo manita de puerco para que designe a gente de Samuel, al menos, en la secretaría general y en la tesorería. La primera como trampolín buscando el sucesor del doctor Santos en 2024, y la segunda por obvias razones del manejo del erario.
Por lo pronto todos los empleados se comen las uñas en la UANL, desde el intendente, el elevadorista, el guardia y el chofer, hasta directores y secretarios. Y no se diga aviadores que ya le pusieron veladoras al santo de sus rezos para que no le caiga el chahuistle.
Por cierto, hay quienes están promoviendo a sus amigos o compadres para que les vaya bien con el cambio. Por ejemplo, se maneja el nombre de Santiago González Soto, ex diputado federal de PT/MORENA y maestro de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UANL.
Pero en este caso hay un verdadero y monumental “peeeeeeeero”. Pues a González Soto lo promueven como posible candidato a director de la FCC “y con ello la 4T asignaría más recursos a la facultad (sic)”.
El “pero” tamaño XXXL es que los recursos federales se asignan precisamente a las universidades, no a las facultades. Entonces ese tiro salió muy desviado. Con todo y ello desde esta columna se desea lo mejor a González Soto que sigue tocando puertas en la 4T esperando que alguna se habrá pronto. ¡Suerte a Chago!
Y hablando de tocar puertas en la CDMX andan por las mismas Clara Luz Flores, ex candidata a gobernadora, así como otros legisladores federales y locales de Nuevo León que perdieron el 6 de junio, entre ellos el ex coordinador de la bancada local Ramiro González.
Por cierto ¿quién sabe dónde anda, a qué se dedica, de qué la rola la ex diputada de MORENA, Celia Alonso Rodríguez, que un día quiso ser candidata a la alcaldía de Escobedo y terminó como re-contra-archi-enemiga del entrante edil Andrés Mijes?
Y hablando de Mijes, el tampiqueño de nacimiento tiene todas las intenciones de implementar el “borrón y cuenta nueva” cuando asuma el cargo el 30 de septiembre, y terminar de una vez por todas con ese maldito vicio del municipio de acumular deudas de los proveedores. Ojalá, porque de ello dependerá en mucho su reelección en 2024.
Cambiando de aires, hay algo que no cuadra y muchos se preguntan: ¿por qué si la inseguridad en Nuevo León está de lo peor, en palabras del mismo secretario de Seguridad Aldo Fasci, cuál es la razón de que repetirá en el cargo en el sexenio naranja? “Mi no entender”, dijo un gringo.
Volviendo al Congreso del Estado, la fracción de MORENA trae un verdadero relajo ocasionado por la coordinación de la fracción donde la diputada Jessica Elodia Martínez se siente “la mera mera petatera” con el apoyo de su compañero Waldo Fernández.
Dicen los que saben que a nivel nacional el partido del presidente le dará garrote a la legisladora, volviendo a designar coordinadora a Anylú Bendición Hernández. Es la repetición de 2018, con diferentes actores, cuando le dieron golpe de estado a Claudia Tapia.
En otro tema, para los que no creían en las buenas artes de la negociación de Samuel García en la etapa de la transición, pues ¡tómala pichón!, ya que se hizo una carambola de tres bandas con la vacunación de los menores de 18 años en el puente internacional de Hidalgo, Texas, frontera con Reynosa.
Las enormes interrogantes que miles de neoloneses se hacen son las siguientes: ¿por qué “El Bronco” no hizo lo mismo a partir de enero cuando Estados Unidos empezó a vacunar a los adultos? ¿Y por qué le dejó a Samuel que se comiera todo el pastel de una sola mordida?
Pero como los “hubiera” no existen, esta omisión opaca en algo la salida de “El Bronco” con todo y obras que ha inaugurado los últimos días de su gestión como el malecón de la Presa La Boca y el Parque Libertad, ubicado donde estuvo el Penal del Topo Chico.
Y la pregunta de final del sexenio es: ¿volverá a relinchar “El Bronco” en 2024 buscando la presidencia de la República, como ya lo ha declarado, o se retirará de la política esperando el juicio final de la ciudadanía?