El robot ultramoderno Roz es encontrada en una isla deshabitada por humanos, pero poblada de animales diversos. El barco que la transportaba ha naufragado, y el humanoide electrónico, que tiene voz y comportamiento de mujer, se ve obligado a interactuar con las criaturas de la naturaleza, hasta transformar, por completo su programación.
Robot salvaje es una nueva y maravillosa aventura de DreamWorks que basa su grandeza no solo en la inusual animación formada por pinceladas y de detalles difuminados, si no a la anécdota en apariencia sencilla, pero compleja en emociones del escritor para literatura infantil Peter Brown.
Roz, con una inteligencia superdesarrollada, toma su tiempo para decodificar el lenguaje de los animales y entenderlos a todos. Sorprende por su programación definida y hecha para el servicio. Tiene una forma de entender instrucciones demasiado cerrada, para hacer su comportamiento cuadrado y obtuso. Sin embargo, lentamente, en el contacto con la naturaleza, ha entendiendo que todo debe adecuarse. Los impulsos se modulan y las intenciones no son literales.
El comportamiento de los humanos está lleno de grises, y es indispensable ntender las intenciones junto a las acciones.
La narración es muy astuta. El armatoste parlante ultramoderno está lleno de gadgets que puede usar para, prácticamente, lo que sea. Es en el despliegue de sus instrumentos, la forma en que los usa, cuando la cinta alcanza algunos de sus mejores momentos.
Pero la historia se concentra en el significado de la familia. Roz, necesita tareas para activarse. Es un robot de servicio y requiere órdenes. Lentamente y movido por lo que ve, comienza a entender el valor de la iniciativa y se ve forzado a adoptar un ganso que lo ve como una madre. Juntos establecen un vínculo afectivo de necesidades, comprensión, entendimiento y simpatía muy parecido al amor.
El robot se convierte en una madre, que no solo procura protección al pequeño, sino que también lo guía por el mundo y lo quiere.
Por eso es tan difícil desatar el nudo que los une, cuando llega el momento de separarse por decisiones que la naturaleza establece.
La sociedad compartida entre este robot y el emplumado es tremendamente humana. Sin proponérselo han dejado de lado sus diferencias y han emprendido una jornada de cariño, hasta identificarse como un núcleo familiar, pese a las opiniones de quienes no los quieren.
Afortunadamente, Robot Salvaje es una serie de libros. Se espera que próximamente venga la continuación de esta historia entrañable, que ofrece una perspectiva distinta sobre formar un hogar, en circunstancias extremadamente singulares.
Maravillosa.
@LucianoCampos G