
Memo es un hombre con retraso mental, padre de Ova, una adorable chiquilla de seis.
Él es injustamente acusado de un homicidio terrible, y es sentenciado a muerte. Juntos, padre e hija, ayudados por una banda de reos desalmados, harán equipo para evitar un desenlace trágico.
Milagro en la Celda 7 (Yedinci Kogustaki Mucize, 2019) es un drama extremo que echa un vistazo crítico sobre el sistema de justicia en Turquía, corrupto y dominado por los militares.
Presentada como estreno en Netflix, la cinta dirigida por Mehmet Ada Öztekin está sobrecargada de elementos sensibleros que amenazan con sabotear la producción entera. La edulcorada música de piano, y la imposible reconversión de criminales, motivada por un compañero de corazón puro, le restan muchos puntos a una cinta ambiciosa que, por otro lado, tiene momentos amargos, que la vuelven una propuesta inaccesible para los niños.
Remake de una cinta coreana, este milagro se toma muchas licencias creativas para crear su caso. Aunque hay algunos momentos de comicidad, la película es pesada por las situaciones a las que es expuesto el pobre Memo, que no sabe lo que le ocurre en prisión y solo busca amigarse, ingenuamente, con sus duros compañeros de encierro.
Relatada en retrospectiva, inicia con una escena muchos años después de los hechos cuando, se supone ya ha sido superada toda la tragedia que implicó la acusación. El mismo instante es retomado en el final, para remarcar algunos elementos que se mezclan entre la gratitud, la añoranza y, también, la alegría.
Azucaradísima en algunos pasajes, la anécdota se concentra en los esfuerzos que se hacen alrededor del desvalido para evitar que se cumpla sobre él una orden judicial que es evidentemente indebida. La historia, directa y cruel, hace que todos sepan que el hombre no es el culpable de nada y que, por el contrario, actuó para evitar una tragedia. Incluso el principal afectado también lo sabe. Pero no hay tregua: la orden ha sido dada.
El punto más débil de la cinta es su mismo protagonista. El actor Aras Bulut Iynemli es bien reconocido en su país, donde esta cinta ha roto records de taquilla. Sin embargo, su actuación de Memo es blandengue. Víctima, quizás, del sobre ensayo, termina por excederse en su interpretación del retrasado mental, haciendo una caricatura involuntaria su condición.
Existe una intención clara por expresar el sadismo de las autoridades carcelarias, y los componentes disfuncionales de un sistema en el que no prevalece la verdad, si no la voluntad de los más poderosos, como ocurre en la acusación hacia el pobre hombre.
Sobresale la actuación de Nisa Sofiya Aksongur, como la hija de Memo. La niña conmueve con su devoción hacia el padre y su gran carisma.
Milagro en la Celda 7 es una cinta que tiene un arranque angustioso, que se satura en la idea redundante del hombre bueno, y que tiene un giro final que demanda complicidad, y que viene a darle sentido al título de la historia.
De la cinta original ya se han hecho múltiples versiones, todas exitosas.
@LucianoCampos G