La familia de superhéroes está de regreso en Los Increíbles 2, una más de las alianzas insuperables de Disney y Pixar, que traen de regreso el universo retro en el que papá, mamá e hijos combaten al mal, con mucho humor y emocionantes aventuras.
Pero esta vez, la historia escrita y dirigida por el genio Brad Bird contiene numerosos ángulos reflexivos que convierten su temática en un asunto que rebasa sus innegables propósitos de entretenimiento. Con una magnífica propuesta discursiva, aborda temas trascendentes, como la discriminación y la inclusión, los obstáculos de hacer el bien sin retribución y la anhelada igualdad de género, que no se ha obtenido en el mundo.
Aunque toda la cinta animada se concentra en los detalles y en un denso contexto, se entrevera una línea argumental pequeña y fina, pero también importante, que se refiere a la manipulación de los medios masivos. En la historia, se utilizan imágenes emitidas por una mente malvada para privar del raciocinio de los televidentes, y es innegable el mensaje de reproche a los efectos estupidizantes del monitor.
La sociedad no quiere a los superhéroes. Pese a hacer el bien, viven relegados. Son como unos X Men que se encuentran alrededor del mundo, agazapados, en espera de que la legislación les permita cumplir con su vocación, de hacer el bien. Su condición de anormales los convierte en personas marginadas, que demandan sigilo y recato.
Hasta que un excéntrico millonario emprende una campaña para limpiar la imagen de todos ellos, y convencer a las autoridades de que son necesarios. Para ello, utiliza la imagen pulcra, limpia, ejemplar de Elastigirl, la Señora Increíble que se transforma, de inmediato en la vanguardia de los seres extravagantes, con un desempeño ascéptico y certero para combatir a la maldad.
Sin mbargo, en un giro espectacular, el éxito de la dama que se elonga provoca la decadencia personal del Señor Increíble, quien fuera el prócer de la comunidad y que ahora está confinado a un sencillo y, supuestamente, insignificante trabajo de amo de casa. Los mejores momentos cómicos son los de Mr. Parr tratando de controlar a la familia, en lo que es un claro mensaje sobre las dificultades que representa la administración del hogar y, también, un pequerño, pero conmovedor homenaje a las mujeres que se tienen qué multiplicar, sin super poderes, para mantener cohesionada la casa.
La variante de los trastornados por la TV es ingeniosa y efectiva. Las personas son enagenadas por la contemplación de imágenes que les provocan robotuización. La exposición de emisiones monótonas han provocado que las personas expuestas se conviertan en autómatas al servicio de un gran poder que, puede entenderse, son las grandes industrias, que utilizan a todos los consumidores como productos desechables, moldeados únicamente para el disfrute de los productos que física y espirtualmente resultan chatarra.
Los Increíbles 2 es una estupenda creación de Pixar, que vuelve a colocarse en un sitio privilegiado de los comentarios de la actualidad. No solo produce imágenes de calidad insuperable si no que sus contenidos, sus guiones y sus temas son de lo mejor que existe actyualmente en la cinematografía mundial.
Es una gran propuesta.