En la corte del rey Luis XV (Johnny Depp) todo es protocolo, pompa e hipocresía.
Las reglas son rotas por la recién llegada Jeanne du Barry (Maiwenn) una bella prostituta que, al ser presentada al soberano, de inmediato se convierte en su favorita, lo que desencadena una serie de rumores, especulaciones e intrigas al interior del palacio de Versalles.
Maiwenn protagoniza y dirige La favorita del Rey, un drama victoriano tomado de la realidad, en el que resalta, de manera sorprendente, el valor de la producción. Se observa elevadísimo presupuesto para la recreación de la época, con un trabajo de vestuario de primer nivel, que resultará muy grato para quienes observan los aspectos técnicos de la cinta.
El aspecto visual es lo mejor de esta historia muy parecida a muchas otras, pues la parte dramática se queda increíblemente corta, con una sucesión de anécdotas que tristemente se quedan sobre la superficie, sin aprovechar la ya comprobada capacidad de Depp, al frente de una producción grande, como esta.
En un principio, la llamada eufemísticamente cortesana se asocia en una relación de pareja con un conde, pero con el propósito de servir como objeto de explotación por placer. Cuando se abre la oportunidad, la singular dama, que además de atractiva es culta, es presentada al rey, que tiene un gusto insaciable por las mujeres propias o ajenas a las que accede por su poder infinito en Francia del Siglo XVIII. El flechazo es inmediato.
Tachado por la historia como el peor monarca del país, Luis se encierra en el palacio para gozar los excesos de todo. Como una enorme falla del guión no se le muestra en ni uno solo de sus aspectos como gobernante. Todo lo que hace es lucirse en reuniones, bailes, ágapes, y yacer con sus concubinas en los lujosos aposentos. Parece que el rey vive dentro de una obra de teatro en la que Depp debe interpretar al personaje con un marcado sobrepeso, que lo hace ver extrañamente desagradable.
No hay giros en la trama, ni tensión dramática. Si bien Jeanne va escalando socialmente como la favorita, nunca le ocurre nada más que ser contemplada con envidia por las hijas de su amante y por los nobles que, pese a todo la reverencian y hasta la imitan. Porque la mujer desinhibida, rompe con las reglas, pues se ríe de las formalidades. En un tiempo en el que el protocolo era norma sagrada, ella decidió atropellar cualquier preconcepción del decoro para vivir en libertad.
Durante años, la leyenda de Jeanne Du Barry ha cautivado la imaginación de cineastas y escritores. Sobre su vida han sido elaboradas y representadas numerosas obras que tratan de explicar su naturaleza sin ataduras. Afortunadamente, esta cinta la retrata mayormente en sus momentos felices y termina en el momento del exilio. Como lo reseña el almanaque, tras el fallecimiento del rey, ella huyó y fue capturada hasta que cayó sobre su cuello la guillotina, acusada de traidora, por respaldar a la monarquía, en los tiempos de la revolución.
La favorita del rey es una obra muy bien cuidada, que se queda decepcionantemente corta en sus aspiraciones dramáticas.
@LucianoCampos G