El impacto mayor que pueda aportar It Capítulo 2 es su densa carga de efectos digitales. De historia trae muy poco, y de motivos para aterrorizar, mucho menos.
La fórmula funcionó en la primera It, del 2017, basada en la exitosa obra del genio literario del terror Stephen King. Andy Muschietti que dirigió con éxito esa primera aventura taquillerísima, regresó a entregar una trama prácticamente idéntica, aunque con más presupuesto y más estrellas.
Este segundo capítulo se refiere a lo mismo: 27 años después de la primera aventura, en la que eliminaron al payaso maldito Pennywise, vuelven a desaparecer niños. Entonces, en It 2, la vieja pandilla de los Perdedores debe juntarse otra vez, en el pequeño poblado de Derry para hacer equipo y aniquilar al despiadado clown.
Hay buenos motivos para poner atención cuando se juntan en la pantalla Jessica Chastain y James McAvoy, aunque es complicado tomarse un relato en serio cuando aparece por ahí Bill Hader haciendo sus chistes conocidos con su humor SNL pero, al mismo tiempo, dramatizando con un llanto que únicamente provoca risa.
La cinta es irritante por lenta. Cada personaje debe confrontar sus propios miedos para vencer al enemigo, pero lo hace recordando episodios que vivió en el pasado. Y así, se van rotando el tiempo en pantalla, sin que ocurra algo realmente sustancial. Ni siquiera es tan bueno el humor negro que aparece en todos lados.
Ni siquiera hay claridad en los momentos del horror. Pasan situaciones que se supone ocurren en la realidad, pero otras que están en el subconsciente y, de esta forma, no se sabe con precisión, cuales son los entes endemoniados que acechan únicamente en la mente. Hay zombies que asustan en los sueños, pero otros que parece que andan por ahí deambulando y asustando a los vivos. La indefinición no ayuda mucho.
Pennywise ya no es tan angustiante. El mimo de cara blanca y ojos encendidos ha perdido frescura y hasta sus formas de espantar están recicladas.
Esporádicamente ocurren momentos de digitalización para mostrar a la criatura en su forma monstruosa más grotesca y feroz, cuando ataca. Pero los sobresaltos, artificiales y gratuitos, no consiguen que la historia, estancada desde el primer acto, se mueva, hasta dar un salto hacia la parte final.
El desenlace es como una copia de la primera película, con el mismo escenario, idéntico formato y la misma manera de escapar de las garras del monstruo y planear la forma en que deben de acabar con él.
Los fans del género esperaban con ansia esta película. Probablemente les provocará decepción y cansancio, porque dura casi 3 horas.