
La exitosa franquicia Hombres de Negro (MIB) había encapsulado su acción en territorio de Estados Unidos. En esta ocasión, los realizadores rompen el perímetro y llevan la aventura a nivel global. Ahora, los agentes que visten sin colores y que se dedican a atrapar alienígenas, andan por ahí haciendo sus pesquisas en escenarios exóticos de Europa y Africa, pretendiendo hacer más divertida esta cuarta entrega de la exitosa serie que inició Barry Sonnenfeld hace más de 20 años.
Sin embargo, aunque le añaden color a la aventura, le restan mucho de interés. Will Smith, que era el corazón en cada una de las tres entregas anteriores, acompañado de Tommy Lee Jones, ahora ha sido suprimido.
Toma su lugar el super hot Avenger que interpreta a Thor, Chris Hemsworth, que aquí hace pareja con la estrella ascendente Tessa Thompson. Son el experimentado agente H y la novata M, policía malo y policía bueno, pareja dispareja que generalmente encanta. Y, en muchas escenas, ella brilla más.
Ya sin Smith, la dupla hace lo que puede para mantener a flote la serie. La historia los coloca en una misión archicomplicada porque deben resolver el mayor acertijo de todos, que es determinar quién es el traidor que hay dentro de la organización, y que amenaza con aliarse con enemigos forasteros para destruir la Tierra.
La premisa de comedia alienígena, que se antoja interesante, no lo es tanto. Los agentes charlan mucho más de lo que actúan. Los diálogos son demasiado ligeros, y contienen bromas que no son tan certeras. Por lo demás, el riesgo no es tan terrible, tal vez por la falta de antagonistas atractivos. Y de lo internacional sólo se percibe en el título, porque no lucen mucho los escenarios turísticos reconocidos, más que en el desenlace, si acaso.
Como contrincantes de los cazadores de extraterrestres, el director F. Gary Gray se apoya en los gemelos Burgeois que, se supone, son un solo hombre duplicado a través de sus letales poderes alienígenas. En el mundo del espectáculo son conocidos por sus dotes de bailarines, pero frente a la cámara demuestran enormes deficiencias histriónicas, porque proyectan muy poca emoción y mucha menos intensidad.
Los MIB, que han estado protegiendo al planeta de forajidos que llegan de otros rincones de la galaxia, se ven faltos de espíritu. Hemsworth y Thompson hacen química, pero la historia floja hace que no puedan lucir más que los efectos especiales que los superan sin piedad.
Liam Neeson y Emma Thompson, pesos pesados de la interpretación dramática, aportan nombres y singularidad, por sus interpretaciones cómicas contenidas, aunque lucen muy poco.
Este nuevo Hombres de Negro Internacional intenta, comprensiblemente, acercar a nuevos públicos a una exitosa marca que ha perdurado a lo largo de los años. Sin embargo, lo que parece ser una apuesta segura se convierte en un pedazo fílmico difícil de digerir, por su falta de ingenio, que le resta tensión e interés en cada una de las escenas.
Como carga extra a la ya de por sí pesada historia, se le añaden cantidades enormes de comentarios políticos y sociales de actualidad, principalmente en el área del racismo y sexismo. Hemsworth, por lo que se ve, tiene un pasado lleno acostones intergalácticos, lo cuál presume de manera permanente. Y su compañera se esmera por hacer que la ultrasecreta oficina gubernamental que representan cambie su nombre, pues en ella también participan chicas y no solo los hombres en trajes oscuros como se les reconoce.
Esta cuarta película de la serie es un buen intento que provocará algunas risas, aunque muy poca emoción. Ojalá se reinventen con una mejor historia en el futuro.