La bella Emma es llevada de noche a una ensoñadora casa, a un lado del lago congelado, para pasar una velada romántica con su atractivo pero manipulador y opresivo marido. Al despertar atestigua un hecho ultraviolento en el que termina esposada, literalmente con el hombre muerto.
Pero ese horror solo es el inicio de una pesadillezca trampa mortal elaborada cuidadosamente por el tipo, un abogado exitoso, pero mentalmente desequilibrado, que ha decidido tomar una inusual venganza contra su mujer infiel.
Megan Fox estelariza Hasta la muerte (Till Death, 2022) un drama de suspenso desesperante, en el que durante todo el tiempo ella debe cargar con el peso de un muerto, llevándolo, en obvia metáfora, como la culpa de la que se debe exonerar en una tensa carrera contra el tiempo.
Se le reconoce el ingenio al guionista Jason Carvey por su visión, al crear una historia como un cuento corto, ambiciosa en alcances, con escasos personajes y con prácticamente una locación, para sostener hora y medio de tensión de una mujer que ha sido condenada por su marido, para ser cruelmente ultimada. Ha sido sentenciada, por lo que la mejor forma que ella encontrará para tomar desquite del maldito, es salir con vida de ese problema. Así, él podrá escuchar en el más allá sus carcajadas de alivio… si es que sobrevive.
En ese sitio solariego y con una amenaza permanente, la película se convierte en Home Alone mortal, con una chica que se mueve sigilosamente por el reducido espacio casa llena de puertas y escaleras, mientras es acechada por tontos criminales que son tan aviesos como incompetentes.
Toda la película es una gran exhibición de Fox, que demuestra que, además de ser bella puede desarrollar sus capacidades histriónicas en un papel que demuestra una complejidad sorprendente. En el fondo merece un castigo por su conducta inapropiada, al faltar a su compromiso de pareja. Sin embargo, como se revela rápidamente, el imbécil marido Mark (Eoin Macken) no merece ninguna deferencia y hasta mueve a suponer que hizo lo posible por manipular la conducta de ella, enfilándola hacia la desviación de sus obligaciones conyugales.
¿Hasta dónde puede llegar un brillante sicópata para consumar una anhelada venganza? En este caso, el hombre no mide sus alcances y elige la autoinmolación, lo que lo muestra como una persona de gran voluntad, que anhela la aniquilación de aquello que lo ha lastimado, a cambio de perderlo todo, incluso la vida.
La cinta inicia con gran lentitud, aunque el director S. K. Dale va sembrando pistas inadvertidamente. Al límite de la paciencia, comienzan a revelarse los misterios y las piezas del gran rompecabezas van encajando para reiniciar la película con un juego de persecuciones en el que ella debe utilizar su astucia y su arrojo para sobrevivir.
La trama tiene algunos huecos evidentes que, ante el ojo crítico, resultarán risibles. Sin embargo, pueden ser ignorados, si se opta por la complicidad para seguir esta angustiante persecución en medio del hielo. La mujer debe arrastrar con el cadáver de un hombre. Si no se libera, puede ser arrastrada hasta un abismo sin retorno.
Aunque no trascenderá, Hasta la muerte es un pequeño thriller que demanda paciencia, pero da una buena recompensa de emociones y sobresaltos.
@LucianoCampos G