
Margaret (Abby Ryder Fortson) ingresa a la pubertad. Va a entrar a la secundaria y su mayor preocupación en la vida es la menstruación que, supone, le transformará la vida. Le urge ser una mujer, igual que otras de sus amigas a las que ya les llegó ese trascendente cambio fisiológico.
Está llena de dudas y se avergüenza de cualquier detalle. No sabe que lo que siente es lo mismo que le pasa a todas las chicas de su edad.
De estreno en cines, ¿Estás ahí, Dios? Soy yo, Margaret, es una bellísima adaptación al libro de Judy Blume, escrito hace medio siglo, que se aproxima con simpatía y ternura a esa etapa que define muchos aspectos de la vida futura de las ellas.
Margaret tiene 11 años y se ha cambiado de ciudad. Aunque en el nuevo barrio y en la escuela, encuentra amigas con las que hace un círculo compacto de intimidad adolescente, se siente extraviada. Le ruega a Dios que la direccione, que le dé una guía, pero siente que no hay nadie allá arriba, que ha sido abandonada por los poderes celestiales.
El principal apoyo es su madre Barbara (Rachel McAdams) una linda ama de casa que renunció a sus propios sueños para estabilizar el hogar. Aunque es el soporte de la niña, vive sus propios dramas personales relacionados con el alejamiento de sus padres, por tontos motivos religiosos.
En medio de esas cargas emocionales, va creciendo Margaret, que tiene cambios de ánimo repentinos, motivados por las transformaciones hormonales, los primeros besos, los chicos que le gustan y toda una serie de transformaciones que la mueven a la desesperación.
La directora y adaptadora Kelly Fremon Craig entendió muy bien el material original, para hacer de esta una cinta de crecimiento y de los cambios que enfrentan todas las mujeres en la adolescencia. Con un tono de comedia, abraza a todas las chicas para decirles que las entiende y que está de su lado, con una mirada de honestidad y ternura.
Las chicas se sienten ansiosas por los cambios que esperan en su anatomía y que nunca llegan. La educación sexual que les imparten en la escuela les provoca una mezcla de curiosidad y bochorno. Las explicaciones ginecológicas sobre los procesos menstruales las hacen enrojecerse y querer escapar.
En forma de divertido cliché, muestra la pena mortal que ocurre cuando las madres las aproximan a la nueva ropa interior, como los sujetadores, y cómo deben utilizar las compresas sanitarias, para cuando les llegue el momento del período. Pero todo lo hace Kelly en forma de acompañamiento. Se ríe, pero no de las chicas si no al lado de ellas. Afortunadamente, le resta solemnidad a algunos episodios en las vidas de las mujeres para aligerar lo que ellas creen que son cargas pesadísimas, en esos días de descubrimientos.
Margaret es el buen ejemplo de una chica que ha sobrevivido al sufrimiento y el drama, por el que inevitable mente pasan las adolescentes en su tormentosa etapa de pubertad. Su relato es como el de la serie Los Años Maravillosos (The Wonder Years), a través de los ojos de una chica.
Are You There God? It’s Me, Margaret, es una comedia de significados profundos, que disfrutarán mucho las adolescentes, pero aún más, sus madres, pues recordarán, después de haber pasado ya esos tragos, cómo era vivir en aquella etapa complicada, y cómo la superaron.
@LucianoCampos G